SOLIDARIDAD

El fútbol solidario: de Celanova a Dakar

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Samb, inmigrante senegalés que llegó a España en cayuco, colabora con las Escolas de Celanova para enviar material a niños de Dakar

Birame Samb se embarcó en uno de los cayucos que partían de las playas del sur de Dakar, por entonces cuatro o cinco cada noche, en el suburbio de Hann Bel Air, no muy lejos del aeropuerto. Eso ocurrió hace diez años. "No volvería a hacerlo. Y me gustaría que nadie se viese obligado a pasar por algo así. Me crié junto a la playa y no me da miedo el mar, pero estuvimos siete u ocho días navegando casi cien personas apiñadas en el cayuco. Por suerte no murió nadie. Yo tuve suerte".
Birame Samb es ahora voluntario en la Cruz Roja y entrenador del equipo de fútbol sala de la oenegé en Coruña. Está intentando devolver la ayuda porque voluntarios de la Cruz Roja fueron los primeros que le ofrecieron una manta y comida nada más pisar Tenerife. Y compartir su suerte, porque a través del deporte se abrió camino en Galicia y ha empezado a tejer una pequeña red de solidaridad con los niños de Hann Bel Air. El fútbol es el nexo.

Empezó a crear su red hace unos años, cuando todavía era futbolista, un media punta alto y un tanto desgarbado, un poco como Valerón, al que conoció en un hospital por una circunstancia desafortunada. Birame recaló en A Coruña porque allí vive una pariente. Jugó en equipos de ligas locales, Miño, Bemantes, Almeiras, San Pedro. Estando en el San Pedro sufrió un desmayo, pasó unos días en el hospital y los compañeros del equipo contactaron con Valerón que fue a visitarlo y le regaló una camiseta del Dépor. Entonces tuvo la idea.

En diciembre Birame vino a Ourense para ver jugar a un amigo, Galas, y se acercó a Celanova, donde tenía otro, Joaquín. A Joaquín, entrenador en las Escolas Deportivas del Concello, lo conoció en otro de sus equipos, el Once Caballeros. Birame quería convencer a los responsables de las escuelas para que se sumaran a un proyecto. Habló a los niños y su sencillez ganó a los entrenadores. En Celanova hay nueve equipos de fútbol y otros tantos de fútbol sala. Docenas de camisetas para niños de todas las edades. "En bo uso, pero amontoadas, é certo, e non sabíamos moi ben que facer con elas", reconoce Ángel Mociño, coordinador de las escuelas.

Birame consigue camisetas para los equipos de niños de su barrio desde hace años gracias a la solidaridad de todos los clubes por los que pasó y otros que va sumando a la red (Peña Globo, Eirís, A Torre, Maravillas). Hasta ahora eran todos de la comarca de A Coruña. En Celanova tampoco tienen experiencia en este tipo de colaboración. Pero Birame ha encontrado aquí buena disposición. "Me han dicho que algún representante de la alcaldía de Dakar vendrá pronto a Ferrol y a A Coruña, así que les he contado a la gente de las asociaciones que lo recibirán mi proyecto y que me gustaría llevar a esa persona a Celanova para que pudiese hablar con el alcalde y acompañarme en la recepción del material".

Ángel Mociño y los entrenadores han empezado a organizar una recogida de material además de las camisetas. "De botas, por exemplo, porque os nenos crecen ou simplemente queren cambialas e case sempre quedan novas. E esas botas son un luxo que os pequenos de alá seguro que non poderían permitirse".

En Celanova han visto en el proyecto de Birame una oportunidad para adherir valores a la educación deportiva de los chavales. "Aquí as nenas e os nenos teñen unha percepción da vida dunha maneira, loxicamente non comprenden que somos uns privilexiados, pero a partir de experiencias como esta quizá poidan comprender outras realidades", dice Ángel Mociño. Este mes o el que viene se hará el intercambio: camisetas a cambio de gratitud.

En A Coruña, Birame continúa con su vida como repartidor de publicidad, un trabajo de apenas cuatro horas, de cuando en cuando pasa por la oficina de empleo, acude puntual cada vez que lo reclaman de Cruz Roja y disfruta con el fútbol. Su esposa da clases de árabe en la mezquita. No tienen hijos. El verano pasado Birame estuvo en Hann Bel Air con su tío Ouseno y los entrenadores,  Dudu e Aliou Badara, planificando la recepción del material que llega en un contenedor al puerto de Dakar.

Las camisetas, las botas y los balones llegan a Senegal por barco. Como cualquier emigrante que quiera enviar cualquier cosa –van desde puertas y colchones a televisores-, Birame paga en material el costo del transporte. En su móvil guarda fotos con niños de Hann vestidos con el equipamiento rojiblanco del San Pedro y el amarillo del Maravillas. Pronto las habrá de un 'Celanova Bel Air'.

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