El equipo ourensano mejoró en los tres siguientes actos tras un demoledor 26 a 9 inicial
El COB calcó en Lugo el partido de Cambados tres días antes. Nefasto en su puesta en escena, mejorado minuto a minuto en los dos cuartos siguientes y en línea descendente en el último. La diferencia es que está vez tenía enfrente a un rival con mayor pegada y su error le costó el partido casi sin empezarlo.
Una vez más, lo mejor del COB fue su capacidad para no entregarse y pelear por mejorar. Y lo hizo. Poco a poco fue exigiendo más aun rival superior hasta soñar incluso con la remontada al inicio del último cuarto (64-57). Intenso en defensa y en ataque guiado por una sensacional racha de Martínez.
El Obradoiro no tuvo problemas para asegurar el partido pero al menos el COB mejoró una imagen alarmante en el inicio. Nada que ver con la del equipo indolente y sin sentido alguno en el juego de la pasada edición de la Copa. Un COB con mucho que mejorar y con jugadores que deben empezar a mostrar que tienen nivel para la liga. Un COB que todavía no convence pero que tampoco espanta.
