“Tuve que rodar 63 kilómetros en solitario, lo peor fue que no me recuperé del esfuerzo y tuve que abandonar”. Delmiro Rodríguez Acevedo fue el único ourensano en la Volta a Galicia
De afición muy tardía, pues su primera bicicleta de competición la compró a los 27 años y su debut en pruebas federadas llegó a los 29 (en mountain bike) y a los 30 (en carretera), pero ya profundamente arraigada, el ciclismo ocupa una parte importante en la vida de Delmiro Rodríguez Acevedo. Integrante del equipo redondelano Lola Lola-Gomistar, fue el único ourensano presente en la reciente Volta a Galicia. Ya había participado con anterioridad en la Vuelta a Lugo y en la Vuelta a La Coruña, así como en pruebas en Asturias o castellanas, pero la Volta 2014 supuso su debut en una gran ronda por etapas en lo que a la modalidad de carretera se refiere pues en el mountain bike su trayectoria es más dilatada.
¿Qué tal la experiencia en la reciente Volta a Galicia?
Fue buena aunque no terminó como quisiera. En los dos sectores del primer día, la cronoescalada y la etapa de Santiago, no tuve ningún problema, y hasta el kilómetro 95 del segundo día también iba todo perfecto. La lluvia nos acompañó todos los días y en ese momento estaba diluviando. Me encontraba en el grupo cabecero y hubo una caída grave en la que se vieron implicados dos compañeros de equipo. Uno, con fractura de clavícula, otro, con fractura de cadera. La imagen era dantesca y me quedé paralizado, tratando de ayudarles. En ese momento la carrera ya estaba lanzada y para cuando volví a subirme a la bici ya no pude alcanzar el pelotón. Rodé 63 kilómetros en solitario y perdí 13 minutos. Pero lo peor, no recuperé fuerzas y en la etapa del día siguiente no me iban las piernas, y tuve que abandonar.
El ciclismo es así de duro.
Creo que es el deporte más duro de todos. Se sufre mucho corriendo, pero también entrenando, por eso si no te gusta sufrir mejor que no practiques el ciclismo. Hacer ciclismo es como ser del Atlético, te va la marcha. ¿Y peligroso? También, mucho, más en los entrenos que en las carreras. Por suerte nunca tuve ningún susto y mi única caída fuerte fue en mountain bike, pero sin consecuencias.
Pero a pesar de todo, satisfecho, ¿no?
El pase de la mountain bike al ciclismo en carretera es traumático, y el pase de las categorías máster a la élite que afronté en mayo, también, por lo que verme unos meses después participando en la misma carrera en la que vi a Miguel Indurain pasando por delante de mi casa vestido de amarillo es algo increíble.
¿Quién es su ciclista 10?
Hoy en día hay muchos corredores sensacionales. Me encanta Purito y Contador,por su espectacularidad a la hora de correr, pero también me gusta mucho Froome. No sabría por quien decantarme. Aunque creo que el mejor ciclista de la historia es Miguel Indurain. Él fue el que me hizo pegar a la tele para seguir sus gestas y a pesar de que no era el número uno en nada era el más completo de todos.
¿Y con qué disfruta más, con la bici de montaña o con la de carretera?
Los dos me encantan y con los dos pasas buenos y malos momentos. La verdad es que este año el mountain bike la tuve más aparcada por las lesiones, y hacer la Volta y estar a punto de terminar...
Y a partir de ahora, ¿qué?
Participaré en las 12 horas Non Stop de Pontevedra, en mountain bike, y después tendré que decidirme. Tengo ofertas para continuar en carretera pero tengo 32 años y no es fácil compaginar la vida laboral con el ciclismo, que requiere cuatro horas diarias de entreno, pero aún así lo valoraré. Sí estaré fijo en montaña, después ya se verá, aunque las ofertas ahí están.
¿Y cómo empezó en el ciclismo?
Lo mío era el tenis y el fútbol, aunque en casa siempre hubo bicicleta porque a mi padre siempre le gustó mucho rodar. Hace cinco años fui conun amigo a comprar una bici y primero me inicié, luego una prueba, luego otra, y de pronto te ves compitiendo en la Volta a Galicia. Tengo 32 años aunque tanta ilusión o más que un juvenil.
