Los locales dejaron prácticamente el partido solventado en los primeros veinte minutos
El Barbadás regresó de vacío de su visita a Sanxenxo, donde cayó derrotado por 4-2 en una cita en la que el cambio de entrenador, debutando Peluso al frente de los azules, no surtió el efecto esperado. Y es que el partido tuvo muy poca historia porque los locales lo dejaron casi sentenciado a los 20 minutos, con un 3-0.
El primer gol llegó muy pronto. Corría el minuto 6 cuando Jonathan se aprovechó de la falta de intensidad de la defensa rival para batir a Diego. Todavía sin reponerse del golpe, el Barbadás encajó el segundo tras un saque de esquina en el que Ramón, libre de marca, remató a la red. En apenas diez minutos el Sanxenxo tenía el partido muy encarrilado y más cuando en el minuto 24 Nel hacía el tercero ante la desesperación del equipo visitante que veía como se le desmoronaba el planteamiento inicial.
Un nuevo partido
Con el 3-0 en el marcador comenzó un nuevo partido. El Sanxenxo se limitó a dejar que corrieran los minutos sin pasar demasiados apuros ante un Barbadás que puso más garra pero que apenas inquietaba al portero Velay. En la segunda parte el nuevo técnico de los azules movió el banquillo intentando una reacción que no llegó hasta el tramo final, con unos últimos diez minutos de partido muy abiertos y con tres nuevos goles. Luis González hizo el primero de los azules al mandar a la escuadra una falta directa lanzada de manera magistral (3-1, minuto 80). Luego Cuchi hizo el cuarto para los locales para instantes antes de que el colegiado pitase el final Jaime Fernández, con un disparo lejano, hacer el segundo que dejaba el marcador en el 4-2 definitivo.
El técnico Peluso afirmaba a la conclusión que "no estoy contento con el resultado del partido pero sí con el juego que realizó el equipo", aunque aseguró que "en veinte minutos tiramos el partido y así es muy complicado poder sacar algo positivo".
Ahora, el Barbadás tendrá 15 días de descanso para pegar un cambio de rumbo muy necesario en un equipo que sigue con su lenta cuesta hacia abajo.
