La adaptación del equipo ourensano de LEB Oro se antoja por delante de la que tenía la campaña pasada a estas alturas de la pretemporada
El COB parece vivir hasta ahora un 'deja vu' de pretemporada en lo que a resultados se refiere. Tras ajustar las piezas con una derrota ante el Breogán y sudar tinta china para vencer al Cambados a domicilio en la previa de la Copa, los ourensanos cayeron por k.o. ante el Obradoiro en las semifinales.
Con resultados similares, las sensaciones son mejores y el último partido debería ser la confirmación. El primer cuarto ante el Obradoiro no distó de lo visto hace más o menos un año en la misma ronda de la Copa pero los tres siguientes sí. El COB dio un claro paso adelante en actitud, consistencia y credibilidad. Eso, sumado a la mejoría de Cambados en el segundo y tercer cuarto, deben hacer pensar en una evolución positiva en las próximas semanas.
Todo teoría en un momento de la temporada en la que las sensaciones y los resultados nunca son definitivos.
A favor del COB juega el reloj. Tiene todavía tres semanas para preparar el inicio de liga y con baldosas firmes sobre las que pisar. Nada que ver con 12 meses atrás.
Repetir técnico, dos jugadores y conocerse entre sí muchas de las caras de la plantilla tiene que servir para mejorar la puesta apunto antes y mejor que otros rivales de la LEB Oro.
Arco, Rejón, Busma o Suka tienen pasados comunes o con algunos compañeros. Conocen la liga y algunos con galones en ella. Un filón del que sacar tajada en estos momentos.
Las lesiones tampoco están cortando la progresión. Sólo molestias y pequeños problemas. En Rioja, el primer rival en el Pazo, hasta cinco jugadores han estado lesionados y dos interiores, Nwogbo y Carlson, se incorporaron ayer al equipo teniendo que suspender ya uno de sus partidos previstos en las pretemporada, ante el Huesca.
La mayor duda en el COB son los debutantes. Brown, Fieler y Allison distan mucho de ser jugadores con roles importantes y su progresión será clave para decidir el verdadero nivel del equipo.
