La tercera etapa del Desafío Clío Raid desquició a los participantes. Las trampas de arena marcaron los 170 kilómetros de recorrido.
La tercera etapa del Desafío Clío Raid desquició a los participantes. Las trampas de arena marcaron los 170 kilómetros de recorrido. "Desde la salida ya hubo problemas y hubo tres cambios de ruta. En una de las zonas solo pasamos 18 de los 41 equipos y hemos estado segundos durante toda la jornada pero los reagrupamientos han marcado la clasificación", explica el copiloto del equipo ourensano, David Ferrer.
Una vez más el factor humano marcó más a los participantes que la propia competición. "Aquí la gente es increíble. Te quedas atrapado en la arena y salen niños de todas partes que se pones a cavar. Le quieres dar dinero y lo que piden son bolígrafos y sobre todo agua. Les hemos dado una botella de Sousas y las abrazaban como si fuese una muñeca", comenta el piloto ourensano Luis Aragonés. "Es increíble las cosas que tiramos y las necesidades que tiene esta gente. Te agradecen cualquier detalle que tengas con ellos", dice Ferrer.
En la cuarta etapa les tocará superar 131 kilómetros de recorrido. "Sabemos que tiene salida y llegada en Merzouga pero poco más. Lo más importante es que es la jornada solidaria y que entregaremos la mayoría del material y regalos que hemos traído. Tenemos muchas ganas de llegar a ese destino", dice Aragonés.
