Una semana más, un partido menos. El tiempo sigue corriendo para un COB hundido en la Liga por resultados, por dinámica y por las sensaciones que desprende. Sólo las derrotas de Palencia y Prat le permiten todavía no estar en puestos de descenso.
En Plasencia no hubo ninguna sorpresa. El equipo salió zarandeado y confirmando el pésimo momento por el que atraviesa deportiva y anímicamente.
En Plasencia no hubo ninguna sorpresa. El equipo salió zarandeado y confirmando el pésimo momento por el que atraviesa deportiva y anímicamente.
En el resto de partidos destacó una vez más la superioridad de los mejores. De los 10 primeros clasificados sólo cayeron Illescas y Almería y ambos ante rivales también de la zona noble. Cada semana que pasa queda más dividida la Liga. Por un lado los candidatos al ascenso, por otro los condenados a sufrir para mantener la categoría y por último los indecisos, los que todavía no saben si mirar hacia arriba y soñar con el play off o temen todavía una mala racha que los lleve a luchar por no pasar problemas. El COB hace ya tiempo que está anclado en el grupo de los malparados de la Liga, condenado a conformarse con la meta de la mediocridad más absoluta y, lo que es peor, sin capacidad de reacción y atado de pies y manos.