La Primera división de fútbol sala femenino afronta un parón antes de las 10 jornadas finales, con el Burgas asentado en la Copa y el Envialia séptimo
La Primera división de fútbol sala femenino entra en el último tercio de la competición liguera. Será la próxima semana, después de parón por la disputa de la fase final del Campeonato de España sub 21 de selecciones territoriales, en la que habrá presencia gallega y ourensana.
Para las ourensanas, todo le pinta muy bien a un Cidade de As Burgas que hace tiempo que dejó de sorprender. Aunque de lejos, es el único que sigue el paso del intocable líder Atlético Féminas. Primero fue Burela, después Alicante y el sábado Móstoles. Apenas quedan ya feudos inexpugnables para las pupilas entrenadas por Manolo Codeso. Están asentadas en la segunda posición, con la Copa de España muy cerca.
El Ourense Envialia sigue luchando contra sus rivales y contra los elementos. Los sustos en forma de contratiempos están lastrando a un equipo que a pesar de ello sigue metido de lleno en la lucha por las cuatro primeras plazas, las que dan acceso a disputar la Copa. Cinco son los puntos de déficit que llevan las de Óscar Vivián.
Los compromisos de la selección modifican los planes de trabajo semanal del Burgas: "El jueves no entrenaremos y sí trataremos de hacer algo el sábado por la mañana", asegura Codeso, quien reconoce que "la Copa se nos está poniendo muy bien. Quedan 10 partidos y llevamos 10 puntos al quinto por lo que 20 puntos sería lo máximo que necesitaríamos hacer aunque creo que con cinco o seis victorias debería ser suficiente".
Además, otro aspecto que a priori sonríe al Burgas es el hecho de "haber jugado ya ante la mayoría de los equipos más fuertes de la categoría. Ahora tenemos a Amarelle, Bilbo, Rioja y Roldán, y si los sac amos adelante después tendríamos una cita casi definitiva, recibiendo a Alcorcón", destaca Codeso. Aunque avisa: "En la segunda vuelta cuesta también mucho ganar a los equipos de abajo".
Para el Ourense Envialia todo parecen piedras en el camino, pero el conjunto entrenado por Óscar Vivián no tira la toalla. El sábado, y ante un rival de entidad como el Universidad de Alicante, las lesiones volvieron a jugarle una mala pasada. La portera Sarita jugó la segunda mitad con una distensión en los ligamentos del tobillo tras sufrir una fuerte contusión. De haber partido esta semana sería imposible su participación, e incluso es seria duda para la próxima semana: "Es complicado que llegue a tiempo", se lamenta Óscar Vivián.
Confianza plena
Pero el entrenador del Envialia confía totalmente en su grupo: "Con lo que me quedo es con el trabajo de este equipo, el otro día se partieron la cara aunque en la situación en la que estábamos era muy difícil plantarle cara a un equipazo como el Universidad de Alicante". Ahora, el objetivo es claro: "Este parón me viene muy bien para intentar recuperar a algunas jugadoras. ¿La Copa? Está complicado pero queda mucho por jugarse y este equipo no se va a rendir. Estamos pensando ya en el Majadahonda y en pelear hasta que matematicamente haya opciones".
