El Velle gana tiempo

Padín y Brais Álvarez disputan la pelota, ayer en el campo del Polígono.
photo_camera Padín y Brais Álvarez disputan la pelota, ayer en el campo del Polígono.
Un gol de Luis Vázquez sobre la hora les permite continuar con vida una semana antes de jugársela ante el Guardés

En la cabeza de Luis Vázquez estaba la solución. Faltaba un “pis pas” para el final cuando el 19 del Velle, que apenas llevaba cinco minutos sobre el campo, conectó el remate que rescataba a los capitalinos de las garras del descenso. Un gol para la esperanza, para acechar al Sporting Guardés -tres puntos todavía por detrás- en vísperas del enfrentamiento directo del próximo domingo. Remediaron los visitantes lo que era un estropicio en toda regla, una derrota en la casa de un equipo ya descendido que planeó demasiados minutos. 

Un “tirito” de Iago Fernández sobre la bocina del descanso, una pelotita que fue rodando hasta acabar mansamente en las manos del portero, fue toda la producción ofensiva en el primer tiempo de un Velle que no encontró ni a la de tres la manera de descolocar la ordenada defensa del Polígono. Manejaba, sí; intentaba, también, pero eso era todo, a todas luces insuficiente. Porque ni la pelota que puso Adrián Blanco encontró rematador ni la falta que pateó Hugo Rodríguez encontró portería.

Enfrente, el Polígono no decía ni pío, quizá esperando su momento. Llegó, a un centro desde la derecha entró como un avión Gustavo para colocarlo con la cabeza en la red, con un salto tan acrobático que hasta se lesionó. El 1-0, a la media hora de juego.

Cómo de mal irían las cosas que con minutos de juego todavía enfiló Peluso, fuera del banquillo debido a la expulsión de dos semanas atrás en el campo del Valladares, la banda camino del vestuario, meditabundo, buscando soluciones. Desde la línea de fondo apuró el primer tiempo, con tiempo incluso hasta para comprar una rifa. Fuese o no la rifa de la suerte, volteó la alineación con tres cambios de golpe para afrontar la segunda parte. Uno de los que salió, Pituso, acertó a cabecear una pelota de su portero que nadie fue capaz de controlar. Sacó el guardameta del Polígono, como pudo.

Cerrando con tres, el Velle fue quemando naves poco a poco. Pero era mal negocio, porque no era más incisivo arriba y por contra dejaba huecos que podían costarle caro. Uno de esos huecos lo encontró Calviño para dejar a Iván Pérez solo en el mano a mano. Se durmió en el camino hacia el guardameta, a David Rodríguez le dio tiempo a rebañar la pelota. 

El empate

Pituso sí vio puerta a la hora de partido, fue el más listo en una pelota que se comieron los defensores del Polígono en cadena. Faltaba un cuarto de hora cuando el travesaño rechazó una falta lanzada por Caneiro.

Lo que el larguero negó el larguero devolvió, Gustavo penetró entre la defensa y a la hora de abordar al portero tuvo suerte con el despeje de Alberto, patada mitad al aire, mitad a la bola, de manera que sin portero colocó una “bombita” que botó y subió hasta pegar en la madera.

Superado el susto, en el 89, el cabezazo de Luis Vázquez decantó el resultado. Jolgorio general, una semana más de vida, una semana más de angustia.

Te puede interesar