Las campeonas del mundo, de celebración en Madrid

Ya decía la legendaria letra de los Three Lions que el fútbol está llegando a casa. No fue el caso de la selección inglesa -ni la de la canción ni ninguna otra posterior a ella-, pero sí de la española. Porque las campeonas del mundo necesitaron atravesar una inmensa parte de sus recién conquistados dominios para regresar a través de un viaje maratoniano de un día desde Australia. Eran las 21:19 cuando su avión tomó tierra en Barajas. Era el fin de la travesía pero el principio de la fiesta. 

La capitana Ivana Andrés asomó por la puerta, Copa del Mundo en mano. Flanqueándola, Vilda y Rubiales, para aparecer en las primeras fotos en suelo español. Detrás, el resto de campeonas, el staff, y los familiares. Momento de más fotos en la propia pista y al autobús descapotable que ya las esperaba para iniciar la marcha hacia el meollo.

El inicio de la marcha del autocar activó a las futbolistas. Algunos rostros cansados por el viaje y por el mes de esfuerzos al otro lado del planeta mudaron en alegría. El vehículo avanzaba veloz hasta el inicio del itinerario que unió la Puerta de Alcalá con la explanada de Puente del Rey, en Madrid Río. 

No fueron los Three Lions los que animaban la fiesta. Tampoco ningún grupo que se les pareciera. Los elegidos fueron Camela, DJ Michenlo, Vicco y Juan Magán. Y a la gente congregada para recibir a las campeonas parecía gustarle. Claro que, cuando hay ganas de fiesta, todo es bienvenido.

Y tras los teloneros, arribaron las estrellas. Pasada la media noche, la selección subió varios enteros la calidad de la fiesta. Hubo discursos, bailes, abrazos y también emoción. Como la de Olga Carmona, que decidió acompañar a sus compañeras en honor a su padre, fallecido antes de la final.  Todas juntas celebraron que la Copa del Mundo ya está en casa y su estrella, en el cielo del fútbol español. A los Three Lions y a Inglaterra les tocará seguir esperando.