La recaptación a última hora permite aprovechar los viales sobrantes
Un trabajo al milímetro es el que desempeñan cada día los equipos y coordinadores de la campaña de vacunación para no perder ni una dosis. “Temos moi interiorizado que non se poden desperdiciar, polo que en Ourense non se tira nada”, comenta Josefa Rodríguez, una de las responsables y subdirectora de Enfermería en Atención Primaria.
El trabajo comienza el día anterior a una de las citas, cuando se solicitan los viales en función de los convocados. “O normal é pedir as doses polo número de persoas convocadas, especialmente cando son segunda, cas primeiras collemos algunhas máis”, explica Rodríguez. Y esto tiene una razón. Muchos de los citados acuden desde concellos lejanos a los puntos de vacunación y, si van con un acompañante del mismo grupo etario con cita para el siguiente día, se aprovecha para inocularlo. Con las segundas, ese margen de variación a mayores es menos probable, sí lo es que alguien no acuda.
Para no echar a perder las dosis, ya que tienen una cadena de frío que no se puede romper, comienzan a emplear solo el 40% de los viales recibidos: “Esa cantidade é pola que empezamos, o resto mantémolas nas neveiras que nos envían os de loxística cada día”. Esas vacunas permanecen intactas para mantener su conservación y, solo en caso de necesitarlas, se abren. “As que non empregamos devólvense tal cual nolas entregaron ao final do día para volvelas repartir noutra xornada e levan os viais cheos e os vacíos”, apunta.
Controles constantes
Los recuentos son una constante para poder distribuir los viales entre los equipos para no dejar ninguno sin una dosis inoculada, por lo que periódicamente hacen estos controles “para distribuir en función das persoas que van quedando por vacinar, non repartimos ao tolo”. Además, en caso de que al final del día sobre alguna, se buscan alternativas para no desperdiciarlas. “Dependendo da vacina poden durar de seis horas ata case seis días, pero normalmente non os deixamos en neveira”, señala Rodríguez. Los coordinadores de turno, en caso de que sobren dosis, optan por tirar “da listaxe de citas pendentes” de personas que por algún motivo no acudieron a la convocatoria.
A media tarde, cuando el ritmo de la vacunación empieza a remitir, la entrega de viales también se ralentiza: “Nese momento, ata que non se rematan as doses, non se reparten máis viais”. Araújo pone como límite que sobren “de dúas a cinco” y se busca entre la lista de los pendientes para que no se pierdan. En ocasiones, son los propios coordinadores los que ya saben que en una residencia de mayores o en los hospitales hay una persona que precisa una dosis, por lo que se convierten en una opción para inocular la vacuna.
Todos estos procesos necesitan algo clave, “unha boa comunicación” entre todos para que ninguna dosis se desperdicie en medio de una pandemia. “No propio mecanismo de traballo xa aprendemos que non podemos ir ás presas, é a única maneira de que sobren o menor número de vacinas”, apunta Rodríguez. Estas tareas ya forman de su día a día, por lo que se va haciendo más sencillo con la experiencia.
La idea que sí quiere transmitir la coordinadora de la campaña es que “aquí non se lle pon a vacina a calquera que pase”. Los equipos, para inocular esas dosis sobrantes, siguen a rajatabla los criterios de la estrategia de inmunización por edad o vulnerabilidad. El caso de Estados Unidos, en el que se inocula a cualquier persona con las vacunas sobrantes del día, en España sería inviable. “Non temos as doses suficientes para facelo e temos que discriminar pola vulnerabilidade das persoas”, destaca Araújo.
Vacunaciones en puente
Las citaciones para la vacunación continuarán en este puente, con personas convocadas para hoy y el lunes. En concreto se proseguirá con las segundas dosis de los mayores de 60 años y las primeras de los de 50 a 59 en Expourense y los hospitales de Verín y Valdeorras. Para hoy están convocados 2.800 mayores de 60 años para recibir su segunda dosis en Expourense y el lunes se retomará con el personal esencial, pacientes de riesgo y repescas. De estos grupos se citaron a 380 personas en el CHUO.
