Rafael Nadal le proporcionó a España la quinta Copa Davis de su historia con una dramática victoria ante Del Potro, 1-6, 6-4, 6-1 y 7-6, incapaz el argentino de derribar el maleficio que persigue a la albiceleste en la competición, cuatro finales perdidas.
Argentina 1
Nigeria 0
El balear, infalible en tierra, selló la segunda conquista en La Cartuja. Un éxito que se suma a la senda abierta en el 2000, en el Sant Jordi, cuando por primera vez un cuarteto español, formado entonces por Corretja, Ferrero, Balcells y el ahora capitán Albert Costa, inscribía el nombre de España en el historial de la competición por equipos más importante del mundo.
Nadal logró por primera vez el punto definitivo en una final. Una situación que acapara los focos. Que encumbra al autor. Y del que el balear, determinante en la consolidación del tenis español en la última década, había estado circunstancialmente al margen.
La cita con la gloria, amarrada después de cuatro horas y siete minutos de alternativas, dramatismo e incansable pelea, contuvo grandes dosis de incertidumbre y bastante de épica. Provocada por un adversario infatigable, que se agarró hasta el último suspiro.
Del Potro mantuvo el tipo mientras le aguantaron las fuerzas. Incluso más allá, como cuando se rehizo en el tramo final a pesar de parecer hundido. Llevó la zozobra a tres cuartos de la grada durante hora y media. El aforo restante vibraba con el comienzo fulgurante del argentino.
Las sospechas sobre el estado físico de Nadal se avivaron al inicio. El número uno español había sido infiltrado en la rodilla derecha para poder afrontar el partido con garantías. Pero con el gesto torcido, contrariado, Nadal fue un cúmulo de imprecisiones. Tantas que perdió el primer set por 6-1.
Del Potro se sentía pletórico. Pleno de confianza y de fuerzas. Con golpes a cada ángulo una y otra vez. Elevado por el fervor de sus seguidores, infatigables. Enfrente, Nadal estaba ávido de puntos, de juegos. En cuanto agarró su saque por primera vez, el panorama varió. El español rompió el saque de Del Potro en el décimo juego y al resto cerró el segundo set, 6-4. Todo estaba en orden.
EL TERCER PARCIAL
Las dudas se trasladaron al banco albiazul. También invadieron a Del Potro, que acusó la pérdida del parcial y la advertencia del gasto físico. Rafa Nadal sumó cinco juegos seguidos y dejó allanado el triunfo en el tercer parcial (6-1).
A un set de la gloria, el español conservó su nivel. Pero aún había mucho quehacer. El dramatismo entró en escena. Del Potro tuvo un arrebato de orgullo y recuperó la precisión. Un puñado de golpes imposibles recuperaron su aliento cuando parecía completamente hundido. Llegó a servir para empatar el partido con 5-3 y el saque de su lado. No lo aprovechó y se llegó al desempate, en el que Nadal pasó el rodillo, 7-0. La quinta Copa Davis era una realidad.
FICHA TÉCNICA
Argentina: Romero; Jonás Gutiérrez, Demichelis, Samuel, Heinze; Mascherano, Verón (Maxi Rodríguez, m.74); Messi, Tévez, Higuaín (Milito, m.79) y Di María (Burdisso, m.85).
Nigeria: Enyeama; Odiah, Shittu, Yobo, Taiwo (Uche, m.75); Etuhu, Haruna, Kaita; Ayegbeni, Obinna (Martins, m.53), Ogbuke Obasi (Odewingie, m.60).
Gol: 1-0, m.6: Heinze de potente cabezazo.
Árbitro: Wolfgang Stark (GER), amonestó a Jonás Gutiérrez por Argentina y a Haruna por Nigeria. Incidencias: Partido del grupoB del Mundial, disputado en el Ellis Park de Johannesburgo ante 55.686 espectadores.
Nigeria 0
El balear, infalible en tierra, selló la segunda conquista en La Cartuja. Un éxito que se suma a la senda abierta en el 2000, en el Sant Jordi, cuando por primera vez un cuarteto español, formado entonces por Corretja, Ferrero, Balcells y el ahora capitán Albert Costa, inscribía el nombre de España en el historial de la competición por equipos más importante del mundo.
Nadal logró por primera vez el punto definitivo en una final. Una situación que acapara los focos. Que encumbra al autor. Y del que el balear, determinante en la consolidación del tenis español en la última década, había estado circunstancialmente al margen.
La cita con la gloria, amarrada después de cuatro horas y siete minutos de alternativas, dramatismo e incansable pelea, contuvo grandes dosis de incertidumbre y bastante de épica. Provocada por un adversario infatigable, que se agarró hasta el último suspiro.
Del Potro mantuvo el tipo mientras le aguantaron las fuerzas. Incluso más allá, como cuando se rehizo en el tramo final a pesar de parecer hundido. Llevó la zozobra a tres cuartos de la grada durante hora y media. El aforo restante vibraba con el comienzo fulgurante del argentino.
Las sospechas sobre el estado físico de Nadal se avivaron al inicio. El número uno español había sido infiltrado en la rodilla derecha para poder afrontar el partido con garantías. Pero con el gesto torcido, contrariado, Nadal fue un cúmulo de imprecisiones. Tantas que perdió el primer set por 6-1.
Del Potro se sentía pletórico. Pleno de confianza y de fuerzas. Con golpes a cada ángulo una y otra vez. Elevado por el fervor de sus seguidores, infatigables. Enfrente, Nadal estaba ávido de puntos, de juegos. En cuanto agarró su saque por primera vez, el panorama varió. El español rompió el saque de Del Potro en el décimo juego y al resto cerró el segundo set, 6-4. Todo estaba en orden.
EL TERCER PARCIAL
Las dudas se trasladaron al banco albiazul. También invadieron a Del Potro, que acusó la pérdida del parcial y la advertencia del gasto físico. Rafa Nadal sumó cinco juegos seguidos y dejó allanado el triunfo en el tercer parcial (6-1).
A un set de la gloria, el español conservó su nivel. Pero aún había mucho quehacer. El dramatismo entró en escena. Del Potro tuvo un arrebato de orgullo y recuperó la precisión. Un puñado de golpes imposibles recuperaron su aliento cuando parecía completamente hundido. Llegó a servir para empatar el partido con 5-3 y el saque de su lado. No lo aprovechó y se llegó al desempate, en el que Nadal pasó el rodillo, 7-0. La quinta Copa Davis era una realidad.
FICHA TÉCNICA
Argentina: Romero; Jonás Gutiérrez, Demichelis, Samuel, Heinze; Mascherano, Verón (Maxi Rodríguez, m.74); Messi, Tévez, Higuaín (Milito, m.79) y Di María (Burdisso, m.85).
Nigeria: Enyeama; Odiah, Shittu, Yobo, Taiwo (Uche, m.75); Etuhu, Haruna, Kaita; Ayegbeni, Obinna (Martins, m.53), Ogbuke Obasi (Odewingie, m.60).
Gol: 1-0, m.6: Heinze de potente cabezazo.
Árbitro: Wolfgang Stark (GER), amonestó a Jonás Gutiérrez por Argentina y a Haruna por Nigeria. Incidencias: Partido del grupoB del Mundial, disputado en el Ellis Park de Johannesburgo ante 55.686 espectadores.
