José Mourinho, técnico del Real Madrid, dirigió hoy el último entrenamiento antes de un nuevo enfrentamiento ante el Barcelona, en el clásico liguero que acoge el Santiago Bernabéu, en una sesión en la que preparó los últimos detalles con todos sus jugadores salvo el lesionado Iker Casillas.
Cuatro días después del partido de semifinales coperas llega el de la competición de Liga y el Real Madrid completó a puerta cerrada su última sesión de trabajo en una mañana soleada en la capital de España, disfrutando de una subida de temperaturas respecto al frío reinante durante el entrenamiento de ayer.
El técnico portugués junto a todos sus jugadores en el terreno de juego donde habitualmente entrenan en la ciudad deportiva de Valdebebas. Entre ellos estuvo Xabi Alonso, a quien tiene pensado dar descanso por la pubalgia que arrastra, pero que se entrenó al mismo ritmo que sus compañeros. También Raúl Albiol, mejorado del proceso gripal que le impidió viajar a Barcelona el pasado martes y José Callejón que ayer no se ejercitó por unas leves molestias.
El entrenamiento comenzó con la plantilla madridista dividida en cuatro grupos, según cuentan los medios del club, en los estiramientos y los ejercicios de potenciación muscular, y tras dos rondos con balón, Mourinho pudo ensayar aspectos tácticos para un nuevo clásico.
La única ausencia en el grupo fue la del capitán Iker Casillas. El portero madrileño, que ya toca balón, prosiguió con su plan específico de recuperación de la fractura que sufrió en su mano izquierda y que le obligó a pasar por el quirófano. Está a unas tres semanas de volver a estar disponible para su entrenador.
El técnico portugués junto a todos sus jugadores en el terreno de juego donde habitualmente entrenan en la ciudad deportiva de Valdebebas. Entre ellos estuvo Xabi Alonso, a quien tiene pensado dar descanso por la pubalgia que arrastra, pero que se entrenó al mismo ritmo que sus compañeros. También Raúl Albiol, mejorado del proceso gripal que le impidió viajar a Barcelona el pasado martes y José Callejón que ayer no se ejercitó por unas leves molestias.
El entrenamiento comenzó con la plantilla madridista dividida en cuatro grupos, según cuentan los medios del club, en los estiramientos y los ejercicios de potenciación muscular, y tras dos rondos con balón, Mourinho pudo ensayar aspectos tácticos para un nuevo clásico.
La única ausencia en el grupo fue la del capitán Iker Casillas. El portero madrileño, que ya toca balón, prosiguió con su plan específico de recuperación de la fractura que sufrió en su mano izquierda y que le obligó a pasar por el quirófano. Está a unas tres semanas de volver a estar disponible para su entrenador.
