CARRERA POPULAR

Portugal manda en una Vig-Bay de recuerdo

El luso Nuno Costa se adjudicó la media maratón Vig-Bay gracias a su mayor fortaleza en los últimos cinco kilómetros.

No fue el año más numeroso ni el más rápido, tampoco fue el récord de la prueba ni las plusmarcas de victorias, pero será una Vig-Bay para el recuerdo, especialmente para los populares porque vivieron una de esas carreras que aparecen en los sueños con la meteorología perfecta para gozar y correr rápido.

También quedará como el año de Portugal, con doble victoria de atletas procedentes del sur del río Miño. Nuno Costa ganó entre los hombres y Clarisse Pinho en la modalidad femenina. Eso sí, ambos compiten con entidades gallegas. El atleta Costa lo hace con el Sampaio da Estrada y la deportista Pinho con el Comesaña Sporting Club, de Vigo. Colores locales en lo más alto del podio. 

En la categoría masculina, el ganador preparó un auténtico caldo luso durante la prueba atlética. 

Dominó el ritmo y los tiempos con notable autoridad. De hecho, fue el que aceleró y paró la prueba durante todo el recorrido. Porque en la salida existió un aviso de rebelión contra la orden establecida en los últimos años. Akka Essaadaoui salió como un fuego por la recta de Samil para afrontar la renta en la zona de Coruxo. El empuje inicial duró lo que tardó Costa en situarse en la cabeza del grupo con Lolo Penas, ganador de la pasada edición a su lado. El intento finalizó justo antes de la subida entre el puerto de Canido y la carretera de Baiona. Resuelta la escapada, el ritmo bajó lo que permitió entrar en el grupo a Iván Roade y Daniel Bargielo, do Bikila. Fueron los últimos en entrar en el grupo de cabeza donde estaba Rubén Diz y el triatleta Pablo D2017040212054965517apena, como nombres conocidos. Jorge Crespo y Adrián García ponían los rostros menos habituales. 

El grupo ni se inmutó hasta llega a Playa América. Sin cambios de ritmo, pero si algunos de posición. Justo al llegar al lado del arenal y tomar dirección norte, con el viento batiendo en la cara y una pequeña subida, fue el momento escogido por el atleta luso para empezar a correr. El primer tirón redujo el grupo a tres con el portugués, Lolo Penas y el ourensano Rubén Diz. Pablo Dapena eligió seguir a Akka y se equivocó porque este no tenía el día. Perdió unos metros, que lo apartaron del mejor puesto.

Por la zona del monte de Lourido, entre adoquines, toboganes y sombra, Nuno Costa mantuvieron el buen ritmo pero de forma irregular. En algunas subidas por la tensión, después bajaba, volvía a subir hasta que sacó de su punto a Lolo Penas en el puente de Ramallosa. Justo en el momento ideal porque en los últimos quilómetros el viento pegaba algo más de cara y el rebufo era importante. Ya había ganador y podio, porque el ourensano Rubén Diz cedió los últimos metros ante Penas, como era de esperar.

Categoría femenina

La prueba entre las mujeres resultó completamente diferente, pero, curiosamente, resultó más emocionante y ajustada. Clarisse Pinho quedó en cabeza en el décimo quilómetro mientras Sandra Mosquera y Raquel Suárez, de vuelta a sus mejores años en l2017040212044129289a Vig-Bay, luchaban por la segunda posición, esa sí, con la habitual ayuda de liebres.

Mosquera, debutante en la prueba, se mantuvo en el ritmo y apuró en el tramo final para hacer un segundo puesto inesperado y también con una pequeña amargura porque cruzó la llegada a catorce segundos de la atleta lusa. 

Esto sucedió entre las atletas que luchaban por la victoria, detrás de ellos cruzaron en la línea de meta cientos y cientos de corredores cada uno con su reto particular, con su historia o simplemente con la intención de disfrutar de la carrera. Terminaron un total de 4.244 corredores, tercer mayor registro de la cita, a los que hay que añadir los 12 handbike y los dos joelette.Las Islas Cíes acompañaron a los atletas desde el inicio hasta los finales en las calles de Baiona durante a hora y media de la carrera. 

Cada corredor con un color y todos con un propósito. Había esporádicos, habituales de las popular y los que se reservan para una ocasión especial. Sin duda a la Vig-Bay de ayer fue especial porque es complicado encontrar una competición con tanta belleza y al lado del mar donde el azul del mar y el verde de la naturaleza se mezclan en muchos tramos. 

Un acierto de la organización por poñer unha inxección de sombre con diferentes tramos soleados y también por la variedad del piso. Recto y curvo. Un punto de diversión. 

Te puede interesar