El corredor británico del Sky vivió un auténtico baño de masas durante la disputa de la última etapa del Tour de 2013 que venció el alemán Marcel Kittel

El ocaso parisino recibe a Froome

Chris Froome, en segunda posición, atraviesa los campos Eliseos con el Arco del Triunfo de fondo. (Foto: YOAN VALAT)
Chris Froome (Sky) iluminó el atardecer de París con el maillot amarillo que le acredita como vencedor de la centésima edición del Tour de Francia, lo que supone la consolidación del imperio británico, ya que sucede en el palmarés a su compatriota y compañero Bradley Wiggins.
Froome, nacido en Kenia hace 28 años, escuchó el himno cuando ya era de noche en la Ciudad de la Luz, acompañado en el podio por el colombiano Quintana y por el español 'Purito' Rodríguez.

Minutos antes, en última etapa que servía de colofón al Tour 2013, el alemán Marcel Kittel (Argos) se tomó en serio el esprint y se anotó su cuarta etapa por delante de su compatriota André Greipel y del británico del Omega Mark Cavendish.

Un emocionante desenlace para despedir a un Tour especial, donde Kittel se consagró como rey del esprín. Alzó los brazos con un tiempo de 3h.06.15, una vez más dejando otra vez en la estacada a Cavendish, quien desde 2009 siempre había ganado en París.

Una fiesta de homenaje al campeón, con inicio junto al Palacio de Versalles y final en los Campos Elíseos, con la novedad de rodear por primera vez el Arco del Triunfo en cada vuelta. Otro detalle por el cumpleaños del viejo Tour.

La luminosa y colorida ceremonia la presenciaron cerca de 350 corredores que en alguna edición han acabado el Tour, los llamados gigantes por la organización. Entre ellos las estrella de siempre, Eddy Merckk, Bernard Hinault y Miguel Indurain, los únicos que junto a Jacques Anquetil han logrado 5 Tours.

Gran segundo puesto para el colombiano Nairo Quintana, la revelación del Tour, la gran sorpresa, el animador de la montaña, el único que batió a Froome con aquel ataque en Semnoz, cuando el de Boyacá confirmó con un brillante triunfo el mejor puesto en la historia del ciclismo colombiano y suramericano.

'Purito' Rodríguez encendió un puro en plena etapa para celebrar su tercer puesto. Después de un segundo puesto en el Giro y dos terceros en la Vuelta, al catalán le llegó el momento de alcanzar una plaza de honor en el Tour, a sus 34 años. Un diesel que en la tercera semana ha dado lo mejor de sí mismo.


CONTADOR, EL GRAN DERROTADO

Quintana y Purito desalojaron del podio a Alberto Contador (Saxo), quien hubo de conformarse con un insípido cuarto puesto. El madrileño salió en Córcega a por la victoria, pero en la carretera nunca trató de tú a tú a Chris Froome, con quien debía dirimir la victoria.

El doble vencedor del Tour (2007 y 2009), y descalificado en 2010, ofreció una versión desconocida, lejos de aquel escalador que levitaba en la montaña y abría diferencias con facilidad. En los puertos, su hábitat natural, aceptó el papel de actor secundario, conforme con perder 'el menos tiempo posible'.

La participación española finalizó sin triunfos de etapa y con cuatro corredores entre los diez primeros de la general. Purito tercero, Contador cuarto, Valverde (Movistar) octavo y Navarro (Cofidis) noveno.

El cuadro de honor del Tour del centenario desfiló por el podio instalado enfrente del Palacio del Elíseo. Froome como vencedor, Quintana feliz con su maillot de 'faralaes' de la montaña y el blanco de mejor joven, el esloveno Peter Sagan con el verde de la regularidad y el Saxo Bank como mejor equipo.

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