LR- Ni gana ni pierde, tres partidos, tres empates. Al Ourense se le fue la victoria en la primera parte, cuando hasta cuatro muy buenas ocasiones de gol se fueron al limbo. Hubo aún un último ramalazo, pero a Jaime se le echó encima el defensa. Pero Taranilla tuvo que meter dos manazas para mantener la igualada.
Sólo Taranilla, Oli, Aloisio y Yebra repitieron respecto al equipo que cerró la pasada Liga en Vallecas ante el Rayo wt wt Cuatro equipos madrileños cierran el grupo, entre ellos el Castilla y el próximo rival de los rojillos, el Sanse wt El Ourense se mantiene en el grupo de cinco equipos que todavía no ha perdido un partido. La lástima es que tampoco ha ganado ninguno. Pero de momento le da para caminar por mitad de tabla. Con un invitado desagradable, un calor asqueroso y pegajoso, unos y otros dilapidaron ocasiones muy claras.
El triunfo se le escapó a los ourensanos en la primera parte, cuando tuvieron cuatro oportunidades de gol excelentes, sobre todo tres, una de Jaime, que empotró la pelota contra el portero, una segunda de Azevedo, cuyo disparo cruzado se perdió a un dedo del poste, y dos de Álvaro, pero en la primera se empeñó en disparar pese a que no tenía apenas ángulo y en la segunda tardó en controlar y cuando desenfundó tenía a un central y al guardameta encima.
La segunda parte fue de color madrileño, que pudo haber sentenciado con sendos cabezazos a raíz de faltas laterales, botadas desde la derecha por Didi y rematadas por Debris y Batres, en dos ocasiones. La primera se marchó cerca de la escuadra, y en las dos siguientes respondieron los reflejos de Taranilla.
Con todo, la mayor la tuvo Jaime, de nuevo. Una pérdida de balón acabó en los pies del verinense, con Debris como un poseso detrás. El 7 rojillo avanzó unos metros y disparó todavía antes de entrar en el área, sin demasiada fuerza ni colocación. En fin, que la victoria en la Liga sigue haciéndose de rogar. No llega desde marzo, desde aquel 4-2 sobre el Fuenlabrada.
El triunfo se le escapó a los ourensanos en la primera parte, cuando tuvieron cuatro oportunidades de gol excelentes, sobre todo tres, una de Jaime, que empotró la pelota contra el portero, una segunda de Azevedo, cuyo disparo cruzado se perdió a un dedo del poste, y dos de Álvaro, pero en la primera se empeñó en disparar pese a que no tenía apenas ángulo y en la segunda tardó en controlar y cuando desenfundó tenía a un central y al guardameta encima.
La segunda parte fue de color madrileño, que pudo haber sentenciado con sendos cabezazos a raíz de faltas laterales, botadas desde la derecha por Didi y rematadas por Debris y Batres, en dos ocasiones. La primera se marchó cerca de la escuadra, y en las dos siguientes respondieron los reflejos de Taranilla.
Con todo, la mayor la tuvo Jaime, de nuevo. Una pérdida de balón acabó en los pies del verinense, con Debris como un poseso detrás. El 7 rojillo avanzó unos metros y disparó todavía antes de entrar en el área, sin demasiada fuerza ni colocación. En fin, que la victoria en la Liga sigue haciéndose de rogar. No llega desde marzo, desde aquel 4-2 sobre el Fuenlabrada.
