Crecer en plena crisis es posible. Empresas viguesas siguen la receta infalible de apostar por el mercado internacional y ofrecer productos innovadores.
Cuando la demanda interna se resiente lo único que puede salvar al crecimiento económico es el saldo exterior, esto es, el diferencial entre exportaciones e importaciones, explica Alberto Vaquero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo.
Y en materia de exportaciones Galicia tiene mucho que decir ya que podría sumer otro año más, serían cinco consecutivos, con su balanza comercial en positivo. Y es gracias a la provincia de Pontevedra -con Vigo a la cabeza-, que tiene la cuenta exportadora más saneada de toda España, según los últimos datos (septiembre) del Ministerio de Industria.
Por otra parte, hay determinadas actividades que se resienten menos de la crisis de consumo. Es el caso de las empresas de alimentación que, en líneas generales, crecen. Es una demanda básica que hay que cubrir de alguna manera, apunta Vaquero. Aquí es muy importante el repunte del sector del congelado con productos económicos y más fáciles de preparar. Los consumidores son conscientes de que su poder adquisitivo, su renta real, se ve mermada y acuden a productos alternativos. Es lo que los economistas denominamos efecto sustitución, dice el profesor universitario.
Si se unen los dos elementos anteriores, la mejor situación económica de los países europeos de nuestro entorno y la mayor demanda de productos que resultan más económicos, no es de extrañar que las compañías dedicadas a productos congelados, con una gran demanda exterior, mejoren sus cuentas de resultados, apunta.
Por último están los emprendedores, que en tiempos de 'vacas flacas' se atreven con productos innovadores que les permitirán distinguirse de la competencia. Siempre hay posibilidades de negocio para aquellos que ven claras las necesidades de mercado y que apuestan por proyectos innovadores y con una alta demanda, dice Vaquero.
Y en materia de exportaciones Galicia tiene mucho que decir ya que podría sumer otro año más, serían cinco consecutivos, con su balanza comercial en positivo. Y es gracias a la provincia de Pontevedra -con Vigo a la cabeza-, que tiene la cuenta exportadora más saneada de toda España, según los últimos datos (septiembre) del Ministerio de Industria.
Por otra parte, hay determinadas actividades que se resienten menos de la crisis de consumo. Es el caso de las empresas de alimentación que, en líneas generales, crecen. Es una demanda básica que hay que cubrir de alguna manera, apunta Vaquero. Aquí es muy importante el repunte del sector del congelado con productos económicos y más fáciles de preparar. Los consumidores son conscientes de que su poder adquisitivo, su renta real, se ve mermada y acuden a productos alternativos. Es lo que los economistas denominamos efecto sustitución, dice el profesor universitario.
Si se unen los dos elementos anteriores, la mejor situación económica de los países europeos de nuestro entorno y la mayor demanda de productos que resultan más económicos, no es de extrañar que las compañías dedicadas a productos congelados, con una gran demanda exterior, mejoren sus cuentas de resultados, apunta.
Por último están los emprendedores, que en tiempos de 'vacas flacas' se atreven con productos innovadores que les permitirán distinguirse de la competencia. Siempre hay posibilidades de negocio para aquellos que ven claras las necesidades de mercado y que apuestan por proyectos innovadores y con una alta demanda, dice Vaquero.
