Cuando la crisis inmobiliaria estalló en medio planeta, seguramente muchas personas, incluidos muchos analistas dentro del sector, no se podían ni siquiera imaginar que las consecuencias de este estallido iban a afectar a los países más desarrollados del mundo.
Sin embargo, algunas naciones tan importantes como Estados Unidos, Alemania o España, se han visto no solamente afectadas sino seriamente castigadas. Y es que solamente hay que ver algunos de los portales inmobiliarios de referencia de estos países para darse cuenta de que el precio de la vivienda ha caído de una manera estrepitosa. Y todo ello a pesar de que en los últimos meses, siendo honestos con nosotros mismos, se ha experimentado una ligera recuperación.
No obstante, en las líneas que vamos a escribir a continuación, vamos a hacer referencia a un mercado inmobiliario que todavía no había caído y que no es otro que el de Dubai. Un mercado, que no solamente está en la cuerda floja sino que también está experimentando su propia crisis inmobiliaria.
¿Goza de buena salud el mercado inmobiliario en Dubai?
Hace poco menos de un lustro, si echábamos un vistazo a cualquier portal inmobiliario de Dubai, podíamos ver algunos anuncios como Dubai properties, Dubai properties for sale o Dubai properties for rent. Con esto, lo que podíamos deducir es que todavía era un mercado inmobiliario lo suficientemente activo como para que resultará atractivo a los inversores.
Propiedades en alquiler, propiedades a la venta e incluso nuevos proyectos inmobiliarios eran las constantes de un sector en una zona del planeta que parecía que estaba en pleno auge. Sin embargo, cómo vamos a poder ver a continuación, no solamente no es así sino que hace tan solo un año ha padecido su propia explosión de la burbuja inmobiliaria con unas consecuencias que son un poco menos que catastróficas.
La mayor caída de precios de la historia
El estallido de la burbuja inmobiliaria en Dubai, del mismo modo que en algunas de las naciones más importantes del mundo como las que acabamos de ver hace tan sólo unos instantes, ha implicado una caída en los precios alarmante. Con esto, no se deduce otra cosa que los precios hasta ese preciso instante estaban completamente inflados y no se ajustaban a la realidad del mercado.
En consecuencia, no es que ahora haya muchas personas que no puedan pagar una vivienda sino que hay cientos de miles de inversores que no van a poder ver rentabilizada su inversión ya que no existen compradores efectivos. Unos inversores, que en no pocas ocasiones no se han limitado adquirir una o dos propiedades sino que se han hecho con auténticos parques de viviendas con todo lo que ello implica.
Porque al igual que ha sucedido en Estados Unidos o en España, la crisis inmobiliaria también va a tener una consecuencia directa que no es otra que el aumento del paro ya que serán muchos de los trabajadores los que no puedan seguir dentro de un sector que ha estado al alza como ha sido de la construcción.
Desconfianza para los inversores
Pero aquí no acaba todo ya que el hecho de no poder rentabilizar una inversión o el hecho de que los índices de desempleo aumenten a cifras hasta este momento desconocidas, hay que unir un hecho que en países como Dubai es fundamental. Un hecho que no es otro que el de la desconfianza que se está creando en los inversores de fuera del país.
Hasta hace muy poco Dubái era un país muy rentable ya no solo por el dinero que se manejaba en su interior sino por la gran cantidad de proyectos inmobiliarios que se estaban realizando. Se podría decir sin temor a equivocarse, que era una nación que albergaba a los nuevos ricos del planeta. No obstante, con la crisis inmobiliaria tan reciente, a diferencia de otros países en los que ya se está saliendo de ella, Dubai puede ser que no reciba los capitales tan importantes que estaba recibiendo hace tan sólo unos meses.
Sea como fuere, desde el gobierno de este país se tendrá que poner las medidas oportunas tal y como ya se ha hecho en otras naciones de Europa y de América, con el único objetivo de restablecer la confianza de los mercados, de los inversores y sobre todo de poder recuperar los niveles de empleo que se tenían hace tan solo un año.
