El Estado portugués pretendía emitir 1.000 millones en bonos, pero sólo colocó 848 millones

La rebaja de Moody's hunde la bolsa lusa y dispara la deuda

Durao Barroso, ayer en Estrasburgo. (Foto: CARABA)
El recorte de la solvencia financiera lusa anunciado el martes por Moody's empujó ayer a la bolsa lisboeta a un fuerte descenso y disparó de nuevo los intereses de la deuda de Portugal. La agencia de calificación Moody's rebajó cuatro escalones la nota de Portugal, que pasó a Ba2, un nivel de bono basura, ante el 'creciente riesgo' de que el país incumpla su reducción del déficit y tenga que pedir más ayuda. Los títulos de deuda lusos a dos y diez años superaban ayer el 14,5 y el 11,6 % de interés, respectivamente.
La bolsa de Lisboa perdió el 3 por ciento al final de la jornada, mientras que de los bancos lusos registraban sus peores cotizaciones del año, con pérdidas de entre el 5 y el 6 %, castigados por el pánico generalizado.

Los intereses de la deuda portuguesa en el mercado secundario volvían a dispararse tras su recuperación de la semana pasada, cuando la incertidumbre sobre Grecia ejerció un gran presión sobre los títulos lusos hasta que el Parlamento heleno aprobó un nuevo plan de ajustes económicos. El bono portugués a dos años era hoy el más castigado, con una subida de más de 150 puntos básicos a primera hora de la mañana que llevó su interés de nuevo por encima del 14,5 %. El titulo a diez años, que sirve de referencia en el mercado, subía 60 puntos y sobrepasaba el 11,6 %, con un diferencial de 866 puntos sobre el bono alemán.


EMISIÓN INCOMPLETA

En este contexto, Portugal no llegó a colocar el máximo de mil millones de euros previsto en la subasta de deuda de ayer, en la que vendió 848 millones a tres meses a un interés del 4,92 %, mayor que en la anterior colocación del 15 de junio (4,86 %).

Los analistas del mercado destacaron que el Tesoro portugués logró mantener la colocación por debajo del 5 % de interés, pese al adverso escenario creado por la decisión de Moody's, que bajo cuatro escalones la solvencia lusa y la puso al nivel del bono basura. Destacaron, sin embargo, que ayudó a no rebasar esa barrera psicológica la decisión del Tesoro de no subastar la totalidad del montante previsto.

La presión vendedora y al alza de intereses del bono portugués en el mercado secundario reflejaba ya ambiente de desbandada y los inversores volvían a exigir rentabilidades récord desde la creación del euro para adquirir títulos portugueses. Portugal sufrió en las dos últimas semanas una presión similar por la incertidumbre mundial sobre Grecia, que se disipó cuando el Parlamento heleno aprobó un nuevo plan de ajustes económicos.

La subasta deayer fue la primera del tercer trimestre del año, en el que el nuevo Gobierno conservador de Portugal tiene previsto colocar en el mercado entre 4.500 y 6.750 millones de euros.

Con esos fondos Portugal aspira a completar sus necesidades financieras, que no cubren totalmente los 78.000 millones de euros concedidos para los próximos tres años por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el rescate financiero negociado por el país en el mes de abril.

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