Cae una organización que introducía ilegalmente ciudadanos iraníes en la UE

Una organización criminal que introducía ilegalmente ciudadanos iraníes en territorio de la Unión Europea (UE), principalmente en el Reino Unido, ha sido desarticulada en una operación desarrollada también en España por la Guardia Civil en la que han sido detenidas dieciocho personas.
Según ha informado el instituto armado, de estas dieciocho detenciones, once han tenido lugar en España y siete en el Reino Unido, mientras que también se han llevado a cabo dieciocho registros domiciliarios, once de ellos en el Reino Unido.

En la operación, denominada 'Marlo', la Guardia Civil ha contado con la colaboración de Europol, de la Policía Nacional y de más de diez cuerpos policiales de distintos países europeos.

La red criminal llegaba a cobrar hasta 18.000 euros por persona por sus servicios de traslado ilegal desde el país de origen, normalmente Irán, hasta el de destino.

Durante la investigación de esta red, que comenzó en 2011, se llevaron a cabo otras veinte detenciones en diferentes países como Francia, Dinamarca y Luxemburgo.

La Guardia Civil centró sus pesquisas en las actividades ilícitas que estaba llevando a cabo un grupo de personas, en su mayoría de origen iraní, sobre inmigración irregular y falsedad documental.

La organización criminal contaba con una extensa red de colaboradores situados estratégicamente en diversos países europeos, principalmente en el Reino Unido.

Estos colaboradores se encargaban de abastecer a la organización criminal de 'clientes' para proporcionarles documentos falsos y satisfacer las necesidades de alojamiento, acompañamiento en los viajes, intermediación en los distintos pagos, envíos de documentación falsificada o gestión de los transportes.

La red criminal utilizaba el avión como medio de transporte, pero también empleaba ferrys y otros medios terrestres para adaptarse a las distintas circunstancias de los clientes y países de destino.

En una ocasión ocultaron a uno de los inmigrantes en el maletero de un vehículo para conseguir llegar al Reino Unido sin ser detectados.

La organización disponía de conocimientos sobre legislación de los distintos países en materia de inmigración y asilo, lo que les permitía aprovechar los resquicios legales y abusar de formas legítimas de migración tales como matrimonios, reunificaciones, visados y asilo para asegurarse el éxito de sus actividades ilícitas.

A pesar de pedir elevadas cantidades, la red recibía unos cien contactos mensuales por parte de potenciales clientes, de los cuales aproximadamente un 25 por ciento emprendían el viaje, en su gran mayoría con destino al Reino Unido, pero también hacia otros países europeos y norteamericanos.

La Guardia Civil ha interceptado y analizado unas 40.000 comunicaciones telefónicas para investigar a numerosos miembros y colaboradores de la red criminal.

Los investigadores han contado con el apoyo de la Agencia de Fronteras del Reino Unido (UKBA), la Policía Nacional y Europol, que ha facilitado información procedente de operaciones abiertas en otros países.

El instituto armado ha destacado que la operación ha supuesto un importante golpe a las redes de inmigración ilegal en Europa y ha propiciado que otros países hagan uso de la información obtenida durante la investigación.

La operación ha sido dirigida desde el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional.

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