Ahora en alrededor del CHUO, los caballos que ayer aparecieron en Mariñamansa volvieron a pasearse como si Ourense hiciera una retrospectiva en el far west.
Todo vuelve, también los caballos. La noche del miércoles, a esas horas del reloj que no existen para todos, una pequeña manada de tres caballos apareció chocando las herraduras por el asfalto de Mariñamansa. Ourense es el barrio que queda al fondo a la derecha del far west.
Los animales, huérfanos de jinete y por lo visto de propietario, tomaron la rotonda a menos de 50 kilómetros por hora y sin ceder el paso. Como si fueran nosotros. Pero hoy, no contentos con su paseo nocturno, se les ha visto de nuevo en las inmediaciones del CHUO, como si quisieran tuvieran cita en el Nai.
Y como siempre vuelven, a primera hora de la tarde aparecieron de nuevo en la rotonda de Mariñamansa. De momento, sólo chocan los cascos. Que todo se quede ahí.
