ETA hizo coincidir la ilegalización de ANV por parte del Tribunal Constitucional con una nueva acción terrorista, esta vez en Bilbao. La banda colocó una bomba lapa en la parte baja del coche de un agente de la Policía Nacional, que salió ileso gracias a que el artefacto no explotó, a pesar de haber conducido el vehículo durante 10 kilómetros. La bomba fue detectada y desactivada cuando el agente llegó al cuartel en el que trabaja en Basauri, tras pasar el control policial del aparcamiento en el que la Policía dejan sus coches particulares para recoger los oficiales.
ETA respondió a la justicia en su lenguaje habitual, el de las bombas, pero lo que podría haberse convertido en un nuevo asesinato de un policía finalmente ha quedado en un considerable susto. La banda terrorista había colocado una bomba lapa a lo largo del día en los bajos del vehículo del agente, un veterano funcionario que ejerce trabajos administrativos en el Cuartel de la Policía Nacional de Basauri y que lleva más de tres décadas en el País Vasco. Sin embargo, el artefacto no llegó a estallar y sólo tras recorrer 10 kilómetros desde el barrio bilbaíno de Zorroza hasta el cuartel de Basauri, a las 15.30 horas, se percató del objeto. Durante parte de ese trayecto, el agente también había transportado a un familiar.
La bomba fue localizada y desactivada en el control de seguridad de acceso, después de que un ruido extraño alertase al conductor de la caída del artefacto, según informaciones de TVE recogidas por otr/press. Hasta el lugar se desplazó la alcaldesa de Basauri, Loly de Juan, junto a otros ediles socialistas. La regidora lamentó que 'haya siempre una banda de asesinos que amenacen permanentemente nuestras vidas' y condenó el nombre del Ayuntamiento lo que podría haber sido un nuevo atentado mortal.
No en vano, la bomba estaba compuesta por alrededor de un metro de cordón detonante, dos pilas, un dispositivo de activación por movimiento y al menos medio kilo de petrita, según el Ministerio de Interior y fuentes de la lucha antiterrorista que otorgan a este explosivo la capacidad de provocar un 'efecto devastador'. 'Por suerte, esta tarde han fallado y nos hemos ahorrado una desgracia', señaló en una comparecencia pública el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien subrayó que 'no es una sorpresa' este nuevo intento de la banda, ya que desde la desarticulación del comando Vizcaya el Gobierno venía advirtiendo esta posibilidad.
Con esta nueva acción fallida, ETA regresa al método de las bombas-lapa, la última de las cuales fue utilizada en octubre de 2007 y dejó herido leve al escolta Gabriel Ginés. En enero de ese año, la Ertzaintza localizó en la localidad vizcaína de Atxondo elementos para la fabricación de estos artefactos y se incautó de 180 kilos de material, entre los cuales se encontraba pentrita, amonal, cloratita, cordón detonante y nitrato de amonio.
CONDENA GENERALIZADA
Tras conocer el suceso, el Gobierno vasco difundió un comunicado de condena 'rotunda' ante este 'nuevo intento' de la banda terrorista 'de asesinar a las personas y vulnerar el derecho más básico y fundamental' de las persona que es 'la vida'. El Ejecutivo autonómico advirtió a ETA que sus atentados son 'estériles e inútiles' y 'sólo siembran dolor e incertidumbre'. El propio lehendakari, Juan José Ibarretxe, se felicitó por el hecho de que la bomba lapa fuera detectada tras preguntar a ETA el 'por qué ' y el 'para qué' de este atentado que ha cometido, a su juicio, 'por nada y para nada'.
En la misma línea, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, criticó el atentado frustrado y aplaudió la labor de la Policía Nacional 'en defensa de las libertades'. Por su parte, EB manifestó su 'apoyo y solidaridad' al agente afectado y reclamó a ETA su desaparición 'de una vez por todas, puesto que es el 'verdadero escollo para avanzar en la resolución del conflicto vasco'.
La bomba fue localizada y desactivada en el control de seguridad de acceso, después de que un ruido extraño alertase al conductor de la caída del artefacto, según informaciones de TVE recogidas por otr/press. Hasta el lugar se desplazó la alcaldesa de Basauri, Loly de Juan, junto a otros ediles socialistas. La regidora lamentó que 'haya siempre una banda de asesinos que amenacen permanentemente nuestras vidas' y condenó el nombre del Ayuntamiento lo que podría haber sido un nuevo atentado mortal.
No en vano, la bomba estaba compuesta por alrededor de un metro de cordón detonante, dos pilas, un dispositivo de activación por movimiento y al menos medio kilo de petrita, según el Ministerio de Interior y fuentes de la lucha antiterrorista que otorgan a este explosivo la capacidad de provocar un 'efecto devastador'. 'Por suerte, esta tarde han fallado y nos hemos ahorrado una desgracia', señaló en una comparecencia pública el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien subrayó que 'no es una sorpresa' este nuevo intento de la banda, ya que desde la desarticulación del comando Vizcaya el Gobierno venía advirtiendo esta posibilidad.
Con esta nueva acción fallida, ETA regresa al método de las bombas-lapa, la última de las cuales fue utilizada en octubre de 2007 y dejó herido leve al escolta Gabriel Ginés. En enero de ese año, la Ertzaintza localizó en la localidad vizcaína de Atxondo elementos para la fabricación de estos artefactos y se incautó de 180 kilos de material, entre los cuales se encontraba pentrita, amonal, cloratita, cordón detonante y nitrato de amonio.
CONDENA GENERALIZADA
Tras conocer el suceso, el Gobierno vasco difundió un comunicado de condena 'rotunda' ante este 'nuevo intento' de la banda terrorista 'de asesinar a las personas y vulnerar el derecho más básico y fundamental' de las persona que es 'la vida'. El Ejecutivo autonómico advirtió a ETA que sus atentados son 'estériles e inútiles' y 'sólo siembran dolor e incertidumbre'. El propio lehendakari, Juan José Ibarretxe, se felicitó por el hecho de que la bomba lapa fuera detectada tras preguntar a ETA el 'por qué ' y el 'para qué' de este atentado que ha cometido, a su juicio, 'por nada y para nada'.
En la misma línea, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, criticó el atentado frustrado y aplaudió la labor de la Policía Nacional 'en defensa de las libertades'. Por su parte, EB manifestó su 'apoyo y solidaridad' al agente afectado y reclamó a ETA su desaparición 'de una vez por todas, puesto que es el 'verdadero escollo para avanzar en la resolución del conflicto vasco'.
