ECONOMÍA CIUDADANA

El fin del Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente

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Ya no habrá más dinero para la adquisición de vehículos porque el mercado está recuperado y no es posible subvencionar de manera indefinida una actividad como ésta.

En octubre de 2012, el Ministerio de Industria puso en marcha el PIVE, Programa de Incentivo al Vehículo Eficiente, con una tímida dotación de 75 millones. Eran tiempos de recortes y esta decisión ya levantó críticas entre otros colectivos industriales cuya supervivencia también estaba en entredicho. Ahora, 48 meses después, la última edición del PIVE llega a su fin ya que se han agotado prácticamente los 225 millones de la octava prórroga autorizada por el Ejecutivo. Un programa que ha sido un salvavidas para el  negocio del automóvil, porque una de cada cuatro ventas se hubiera dejado de realizar sin éste plan, lo que ha  tenido un impacto económico superior a los 10.000 millones de euros y que  no ha supuesto un gasto para el Estado, sino una inversión, en la que por cada euro se recupera más del doble vía impuestos.

Ya no habrá más dinero para la adquisición de vehículos porque el mercado está recuperado y no es posible subvencionar de manera indefinida una actividad como ésta. Desde el  pasado mes de julio se ha ralentizado  la venta de automóviles, lo que obligará al sector a afrontar las marejadas  sin  salvavidas, por primera vez en cuatro años. Y se benefician las marcas exclusivas, que tenían casi todas sus gamas fuera de los incentivos de este plan porque superaban los precios máximos de las ayudas. Cuanto más económico era un coche, más se  beneficiaba de  los estímulos económicos del plan PIVE.

La Agencia Tributaria, con vista de águila, está revisando a todos los que años atrás compraron coche nuevo con estás ayudas y no incluyeron dicho ingreso en su declaración por desconocimiento o por olvido. Incluso los exentos de declaración de renta por no alcanzar el límite de ingresos están obligados a presentar declaración si se beneficiaron del plan, ya que tributa en el IRPF.  De no haberlo hecho se deberá presentar la correspondiente complementaria al año en que se aplicó la subvención y se puede consultar en la factura del vehículo donde deberá figurar desglosado. Por su naturaleza a efectos fiscales se considera una ganancia patrimonial no derivada de la transmisión de elementos patrimoniales, y la cuantía a declarar, sería de 1.000 euros para los planes PIVE 7 o anteriores ya que del total de 2.000 euros, 1.000 eran aportados por el Gobierno y los otros 750 por el fabricante; y  de 750 euros si fue ya un Plan PIVE 8, donde del total de 1.500 euros, una parte, 750 € son aportados por el Gobierno y los otros 750 por el fabricante. Los contribuyentes que recibieron la ayuda del Plan PIVE en el año 2013 y no lo incluyeron en la declaración de la Renta de 2013, están recibiendo un requerimiento del fisco para que se pongan al día. Concretamente, estos contribuyentes deben de tributar por esa ayuda sujeta a recargos que pueden llegar al 15% de la cuota a tributar. 

Aunque el PIVE como se conocía hasta ahora, no existirá más, el sector sigue pidiendo apoyos. Por ejemplo un plan estructural para retirar coches antiguos - en 2017 el 62% del parque móvil tendrá más de diez años- o una reforma fiscal que incluya la eliminación del Impuesto de Matriculación, una figura tributaria que ya no existe en casi ningún país de la Unión Europea. La experiencia ha de enfocar el próximo escenario  automovilístico sin red; un día de mañana, que es ya, un ayer.

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