EMPRENDEDORES Y MARKETING

El tema de la marca es algo muy personal

ASDASD

El concepto de marca personal o personal branding ha ido cogiendo relevancia en los últimos años dentro de la disciplina del marketing por la conjunción de varios factores. En primer lugar hay que señalar el papel que juegan las redes sociales a la hora de configurar la imagen de una persona.

MARCA PERSONAL 2.0 

Así, hoy es posible saber a golpe de pocos clicks la trayectoria personal de la mayoría de profesionales e incluso sus gustos, inquietudes y con quien se relaciona. Y no sólo para los que están presentes en Linkedin, Facebook y otras páginas habituales. Simplemente a través de un buscador se puede mostrar de nosotros más de lo que pensamos, de ahí que cada vez se cuide más nuestra imagen y marca personal. En paralelo, en los últimos años ha proliferado el trabajo freelance. Un creciente número de profesionales  ofrecen sus servicios con la imagen de su marca personal como forma de diferenciación en un entorno en el que existe una sobreoferta en muchos sectores y donde cada vez es más difícil destacar. Si a ello unimos que el cambio de trabajo es más frecuente y lo sumamos a un contexto social más narcisista trasladado también a lo laboral, en el que la tendencia es contar nuestras experiencias personales en la red y compartir contenidos públicamente, se hace más necesario que nunca cuidar los detalles.

Así, antes la huella personal se consideraba un efecto a posteriori. Era el impacto que un profesional dejaba tras una reunión o un proyecto, o el recuerdo que trazaba en la mente de aquellos con los que entablaba una relación profesional ya sean clientes o compañeros. Tal y como dijo en un ocasión Jeff Bezos, creador de  Amazon, el “personal branding es lo que dicen de ti cuando sales de la habitación”.

Ahora se une un factor anticipatorio. Puedes conocer a alguien a través de las redes y hacerte una composición de lo que inspira un profesional a través de su rastro virtual, sin ni siquiera tener el más mínimo contacto o referencia personal de alguien muy próximo. Con lo cual la valoración es más subjetiva y se toman decisiones sobre una impresión inicial que, a veces, puede coincidir poco con lo que pretendemos destacar.

RECETAS, VALORES Y PERSONALIDAD

En cuanto a las pautas recomendables para desarrollar una marca personal o, mejor dicho, una imagen personal 2.0, con una notable importancia del entorno virtual, no hay un consenso absoluto.

En un extremo podríamos situar a aquellos que abogan por la distinción en su variante más extrema para no pasar desapercibido en ningún caso. Podríamos coger como ejemplo de este modelo la filosofía que traslada el publicista y personaje televisivo Risto Mejide. Para él la indiferencia es el enemigo de cualquier marca y la notoriedad no tiene porque fundamentarse sólo en lo positivo y ya no digamos en lo políticamente correcto. En sus videos y en distintos foros siempre menciona que “si dices algo y nadie se molesta es que no has dicho nada” y que “la educación que nos dan intenta eliminar todas estas molestias, pero yo creo firmemente en esas incomodidades que provocan nuestras aristas. Los abucheos son, en definitiva, el sonido del éxito”. Como todo, esto funcionará en algunos casos y seguramente que tiene mucho riesgo si no se acompaña de una sutil inteligencia y unos fines muy claros por quien opta sin ambages por esta fórmula. De hecho esta visión tan radical es a su vez la imagen de marca del propio Risto Mejide.

Otras tendencias abogan por la coherencia y la visión más ortodoxa de mostrar las habilidades en las que más destacamos, a partir de profundizar en el autoconocimiento y en la identificación de aquello que habitualmente los demás reconocen en nosotros como puntos fuertes.
En todo caso, hay unos factores básicos que siempre se deben tener en cuenta a la hora de trabajar una marca personal:  lo primero es seleccionar cuidadosamente las fotos y la imagen que va a posicionarte de un primer vistazo en la red, no se trata simplemente de que nos reconozcan o de sacar nuestro mejor lado, los pequeños detalles visuales dejaran una impronta en los diferentes perfiles y tipos de persona de los que te interesa recabar una sensación positiva, siempre teniendo en cuenta el público objetivo que priorizamos.

También es importante usar un mismo nombre, cargo y denominación de empresa en todos los espacios en los que queramos aparecer. También es conveniente asociar unos colores y quizás alguna imagen o diseño que nos identifique de manera asociativa con nuestra marca. También se aconseja, a diferencia de los que dice Risto, ser muy cuidadoso con los comentarios que hacemos en las distintas redes sociales (hay quien apuesta, sin embargo, por la naturalidad o por la sobrerrepresentación de la personalidad), aunque, por otra parte, siempre es conveniente, como mínimo, marcar un relato que de una u otra forma destaque tu perfil y que, de modo resumido, permita recrear una idea de quién eres, aquello que identifica tus cualidades más sobresalientes y los objetivos que pretendes lograr. Trata a cada contacto como un valor importante, personaliza tus mensajes y cuida el formato a la hora de comunicarte, sobre todo en Linkedin. Es conveniente tener presencia en Twitter y compartir contenidos interesantes en las redes, sobre todo si son reflexiones propias, y si tienes el tiempo, puede ser muy interesante también mantener un blog con difusión de ideas y contenidos actualizados.

Lo que también es recomendable e incluso confortable es mantener unos valores y principios innegociables. El fin no debe justificar los medios y lo mejor es optar por ser uno mismo, pero en la realidad del día a día puede ser necesaria una cierta capacidad de adaptación. En la línea más relativista se situaron las primeras recetas de marca personal originarias de los años setenta y ochenta del siglo pasado y hoy de vuelta con un envoltorio digital. Así, por ejemplo,  podemos recoger los consejos de Philip Durbrow,  reconocido especialista de imagen, cuando resume la fórmula para desarrollar la marca personal a partir de las cosas que aprendió al conocer a algunas personas de éxito, en concreto a Aristóteles Onassis: “Ve de tragos donde va la gente rica, incluso si solo tienes para uno. Vive en una zona exclusiva, aunque sea en la peor casa.

Ejercítate, mantente bronceado, aunque tengas que usar una lámpara”. El mensaje era muy claro “para ser exitoso, hay que actuar como exitoso y establecer contactos con gente exitosa”.
Al final el marketing de marca personal, al igual que la imagen trasladada en cualquier ámbito de los negocios, es un cóctel de valores, notoriedad, diferenciación, calidad y, por qué no, cierta irreverencia. Cada uno debe tener el talento y la creatividad para dar forma y proporciones a los ingredientes y para eso no hay recetas, tampoco para aquello que nos debe hacer sentir cómodos y realizados. Tampoco nos debemos sentir atados, todos hemos cambiado y podemos cambiar tantas veces como queramos.

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