Eloy Pérez, consejero delegado de la carrocera ourensana UNVI, acaba de confirmar una operación de venta de autocares para Corea, lo que refuerza su posición internacional
¿Cómo está yendo el actual ejercicio económico?
El año 2017 está siendo un ejercicio con una carga de trabajo muy superior al del año pasado. Hubo muchos elementos en el entorno europeo, que es donde más vendemos, que nos han afectado. Entre ellos, el Brexit o todos los problemas de seguridad que ha sufrido Europa, que han hecho que muchos clientes frenaran sus compras y parece ahora que se han ido produciendo noticias que permiten ver que la compra se acumula en este 2017.
¿El año 2016 fue duro por esas circunstancias o hubo alguna más que sea determinante?
El 2016 fue muy duro porque teníamos muchos proyectos que habíamos trabajado técnica y comercialmente, con muchos clientes muy interesados pero que han dilatado mucho más su decisión. Esa tardanza en las decisiones ha sido muy compleja. Al final el ratio de conversión de los proyectos ha sido similar a otros años pero el tiempo que han tardado en tomar la decisión de inversión los clientes ha sido superior.
¿Qué supone la exportación en sus operaciones y, por otra parte, cómo ve el mercado interno?
Las ventas exteriores suponen un 80% en nuestra facturación. El mercado interno el pasado año ha vuelto a unos valores similares a los de antes de la crisis, pero más moderados. En este año el comportamiento es bastante plano, aunque con leves aumentos, dependiendo de la gama de productos. De todos modos el mercado está mucho más estable y más saludable para la industria.
¿Cuál es el mercado más fuerte para UNVI en la exportación?
Nuestro pilar fundamental es la Unión Europea. También vendemos en Hispanoamérica o Asia, pero ya son ventas más puntuales. Este año tenemos una operación muy fuerte en Corea. Allí estamos con un proyecto nuevo que se llama Sil Intercity. Es un autobús de doble piso con capacidad para transportar un importante número de viajeros en trayectos de media distancia, y una velocidad de flujo similar a la del tren o el metro. Este modelo logra que el transporte interurbano en autobús alcance la máxima eficacia. La zona destinada a los pasajeros destaca por su amplitud y funcionalidad. Los modelos Sil Intercity están diseñados con pasillos de acceso a las butacas más espaciosas y con unas escaleras que favorecen un flujo de viajeros ágil y rápido entre el piso superior y el inferior. En Europa ya somos líderes en autobuses de doble piso turístico y en este caso hemos hecho una variante para Corea que está funcionando muy bien.
¿Por dónde pasa la estrategia de Unvi para fortalecerse fuera?
Nos hemos dado cuenta que tal y como está el mundo tenemos que diversificar en todos los mercados e intentar consolidarnos en cada uno de ellos. Intentamos estar de forma muy estructural en los mercados limítrofes y nuestra estrategia pasa también por consolidar en esos mercados la atención de postventa, tener un servicio muy rápido de consultas o de envío de recambios. En cuanto a Latinoamérica y Asia hacemos un producto mucho más a medida. Al final ahí sí que nos basamos en la capacidad de Unvi, que somos capaces de fabricar una solución que en ese continente no tienen y que para el cliente tiene valor transportarla desde Europa.
Son líderes en autobús turístico, pero ¿qué otro tipo de productos están teniendo aceptación?
Sobre todo la carrocería convencional, pero también la de doble piso cerrado, que ahora comienza a tener mucha aplicación. Queremos utilizarlo también en el norte de Europa donde hemos tenido pequeñas experiencias pero aún no hemos tenido el volumen que creemos que podemos conseguir con ese producto. Es cierto que es lento porque no es un producto que saques a la calle y la gente la compre, sino que es una inversión muy importante y las empresas tienen que ir probándolo, confiando en él y aumentando los pedidos. Hemos hecho un producto nuevo que se llama Voyager, que es una carrocería de entre 10 y 12 toneladas que puede llevar hasta 33 plazas y que funciona muy bien en Inglaterra y que estamos intentando traerla.
Llegaron a anunciar una fábrica en Canadá. ¿Qué hay de aquel proyecto y cómo va?
Pues allí teníamos una inversión donde fabricábamos microbuses y el mercado se comportó de manera muy diferente. Queríamos montar una planta en Canadá debido a su relación con Estados Unidos pero hemos decidido deshacer esa inversión que teníamos con un socio local canadiense, al que seguimos surtiendo de material y con el que mantenemos una relación muy amistosa.
¿Son interesantes los mercados de América del Sur y Asia?
Tenemos algunas operaciones con Chile y México y parece que se empieza a recuperar pero con la crisis de las materias primas la inversión se ha reducido mucho. Para nosotros Asia es un mercado muy complejo y estamos orgullosos de que en un mercado tan complejo, con una diferencia cultural tan grande, lleguemos y vendamos. Son mercados que tienen mucho volumen pero también tienen mucha oferta, por lo tanto hay que colocar un producto pero el tiempo que tarde en cuajar está sujeto a muchas más variables. Imagínate si hay problemas políticos en Francia o Inglaterra, qué no ocurrirá en Corea y otros países. Son mercados interesantes en tamaño, pero muy complejos.
