La tramitación del decreto que desarrolla la ley estatal sobre el ruido, que tenía que estar listo desde 2012, se activará 'formalmente' este mes de enero, de manera que la estimación es que la normativa 'pueda estar en condiciones de ser elevada', para su aprobación por el Consello de la Xunta, 'este año', acumulando hasta dos de retraso si se agota 2014. Con la aprobación de los presupuestos para el año 2012 y de la conocida como Ley de medidas fiscales y administrativas (conocida como ley de acompañamiento), la Xunta derogó la Ley gallega contra la contaminación acústica con el compromiso de promover una normativa altern
Con la aprobación de los presupuestos para el año 2012 y de la conocida como Ley de medidas fiscales y administrativas (conocida como ley de acompañamiento), la Xunta derogó la Ley gallega contra la contaminación acústica con el compromiso de promover una normativa alternativa en el plazo de un año, al respecto de lo que el Gobierno gallego ha optado por un decreto, con el fin de evitar superposiciones con la legislación estatal.
Pese al incumplimiento del plazo que inicialmente se había dado, según confirmaron fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, el departamento que dirige Agustín Hernández tiene la intención de iniciar 'formalmente el procedimiento de tramitación en este mes de enero' y 'poder estar en condiciones de elevar (el decreto) para aprobación este año'.
Hace varios meses que comenzó a redactarse el borrador del decreto del ruido, en el que deberán preverse aspectos como los tipos de áreas acústicas en las que se dividirá el territorio y su cumplimiento.
Pese al incumplimiento del plazo que inicialmente se había dado, según confirmaron fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, el departamento que dirige Agustín Hernández tiene la intención de iniciar 'formalmente el procedimiento de tramitación en este mes de enero' y 'poder estar en condiciones de elevar (el decreto) para aprobación este año'.
Hace varios meses que comenzó a redactarse el borrador del decreto del ruido, en el que deberán preverse aspectos como los tipos de áreas acústicas en las que se dividirá el territorio y su cumplimiento.
