C.F., de 40 años, ha declarado durante dos horas en el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Vigo, adonde llegó del Meixoeiro tras intentarse cortar las venas en la comisaría
El autor confeso del acuchillamiento de una mujer en Vigo, con la que mantuvo una relación sentimental y a la que lesionó de gravedad con un cuchillo en el cuello, ha sido enviado a prisión provisional, comunicada y sin fianza, tras admitir los hechos a la juez, aunque ha matizado que no hubo premeditación.
A este hombre se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa y sobre él pesa una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con la víctima durante la instrucción de esta causa.
C.F., de 40 años, ha declarado durante dos horas en el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Vigo, adonde llegó en silla de ruedas, con una bata sanitaria y portando una venda en su muñeca izquierda.
Antes había sido sometido a una exploración psicológica en el hospital Meixoeiro, al que se le condujo después de haber ingresado inicialmente en el Xeral tras intentar cortarse las venas en la comisaría de Policía, donde permanecía desde su detención el pasado domingo.
Este celador de profesión ha relatado a la juez que fue a casa de su expareja, M.F.F., auxiliar de enfermería, a hablar con ella y que no llevó allí el cuchillo con el que se produjo la agresión, sino que lo encontró en una zona común del edificio, ubicado en la avenida Martínez Garrido.
Ha dicho que no recuerda cómo se produjo el acuchillamiento, solo que hubo una discusión y que todo fue "muy confuso", y que cuando se percató de la gravedad de la situación condujo a su ex en el coche de ella hasta las inmediaciones del hospital Povisa, donde ambos trabajan y donde la víctima se recupera tras ser intervenida de urgencia.
Yolanda Abellán, abogada de oficio de C.F., también ha recalcado que su cliente ha mostrado su arrepentimiento ante la juez y está "muy preocupado" por el estado de salud de la víctima.
Sobre el hecho de que no la acompañara hasta la puerta de urgencias, sino que la dejara a unos 30 metros de distancia, los cuales la víctima recorrió por sus propios medios, aún con el cuchillo clavado en su cuello, ha dicho que se marchó "por pánico".
C.F. ha negado que acosara y saboteara el coche de M.F.F., según ha contado su abogada, que ha pedido el ingreso de su cliente en un módulo especial en prisión porque "está muy mal", "derrumbado psicológicamente", a la vez que ha recordado que el de hoy no es el primer episodio autolítico de aquel.
Su cliente estuvo de baja hasta hace poco más de una semana, cuando se reincorporó a su centro de trabajo.
La letrada también ha relatado que la pasada noche lo convenció de que declarara ante la juez y contara "su verdad", después de negarse a hacerlo en comisaría y de negar la autoría de los hechos al ser detenido.
La agresión se produjo a primera hora de la mañana del domingo en el rellano del sótano del edificio de la calle Martínez Garrido donde reside la víctima, tras lo cual C.F. la trasladó en coche a las inmediaciones del hospital Povisa.
Antes de que hoy admitiera los hechos, la Policía recabó el testimonio de una testigo y halló el vehículo de la víctima cerca del centro sanitario con abundantes restos de sangre en el asiento de copiloto.
Aunque la prueba más contundente era que la propia víctima dijo a al llegar al hospital que la había agredido su ex.
También presentaba cortes en manos y brazos, síntoma de que se defendió y de que trató de repeler la agresión.
La mujer pudo haber salvado su vida porque el mango del cuchillo se rompió durante la agresión y la hoja se le quedó clavada en el cuello, de manera que los cortes quedaron taponados y sin que afectaran a zonas vitales.
