Defendió el papel de la prensa y define su relación con el poder como de 'tensión fructífera'

Feijóo vaticina un año 'muy malo' por la crisis económica

Alberto Núñez, en el centro, durante su intervención en El Escorial.
Ni gobierno sin prensa, ni prensa sin gobierno'. Así de rotundo se mostró el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el transcurso de una conferencia en los Cursos de Verano que organiza la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial y donde se analizaban las relaciones de la prensa y el poder. El presidente de la Xunta defendió el papel que ambos juegan en la sociedad en lo que definió como una 'tensión fructífera'. Aseguró que se trata de los dos platillos de una misma balanza que deben estar en permanente equilibrio para que el sistema funcione y corrija los errores.
Núñez Feijóo enumeró el trabajo desarrollado por la prensa en Estados Unidos con el trabajo del escritor y periodista Tom Wolfe en 'La hoguera de las vanidades' anticipándose al crack de la Bolsa, o en el caso Watergate que le costó la presidencia a Nixon. 'Pero más importante que derribar a un presidente es ayudar a crear un país', indicó Feijóo para destacar el papel de los medios españoles en la Transición. Aseguró que la prensa se puso al servicio de la sociedad superando esa larga travesía que mantenía divididas aún a las dos Españas.

En el caso concreto de Galicia, también alabó el papel de los medios de comunicación como 'catalizadores de la simiente del galleguismo tranquilo y solidario que hoy es plenamente mayoritario', logrando al mismo tiempo aunar 'la transición democrática con otra que nos conducía al autogobierno'.


Políticos sin programa

Para definir su relación con la prensa, Feijóo utilizó una frase de Enoch Powell 'para un político quejarse de la prensa es como para un capitán de barco lamentarse del mar'. Aseguró que los políticos no pueden gobernar según dicten los editoriales de los periódicos, ya que se convertirían en sus rehenes y demostrarían que no tienen programa político. Sin embargo, sí asumió que actúan como sensores para anticipar los cambios sociales. En cuanto a la objetividad de los mismos explicó que se rigen por sus propias pautas 'que no siempre han de coincidir con las del político, ni siempre han de ser hostiles'.

Finalmente, el presidente de la Xunta hizo referencias a la grave situación de crisis económica de España. Lamentó que el Gobierno de Zapatero negase durante dos años la crisis y no tomase medidas e indicó que los ciudadanos no perdonan las mentiras.

Se mostró preocupado por las cuentas públicas y por los resultados económicos del cuarto trimestre de 2010 y del primer semestre de 2011 'que serán muy malos'. Sin embargo, cerró su intervención con un mensaje positivo señalando que España es un gran país, que tiene los medios y la capacidad para superar esta crisis, pero 'con un gobierno adecuado'.

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