El juicio contra los agentes y su enlace en Arousa quedó visto para sentencia
La Audiencia de Pontevedra dejó visto para sentencia el juicio Javier López Suárez y Diego Fontán Cuesta, los dos agentes de la Guardia Civil adscritos a la comandancia de Pontevedra, que están acusados de pasar información clasificada y secreta a narcotraficantes.
La fiscal del caso, Marta Durántez, mantuvo la petición de 11 años y medio de cárcel para cada uno de ellos, al entender son autores de un delito continuado de revelación de secretos en concurso medial con un delito de encubrimiento y otro contra la intimidad cometido por funcionario público en el seno de un grupo criminal.
En la vista oral quedó acreditado, según las conclusiones de la Fiscalía, que ambos agentes filtraban información de investigaciones judiciales en curso y declaradas secretas que provocaron que se frustraran varias operaciones contra el tráfico de drogas.
Para el tercero de los acusados, Juan Carlos Santorum Navazas, unvvecino de Vilanova de Arousa acusado de ser el supuesto enlace entre los agentes y los narcotraficantes que recibían la información, la Fiscalía rebaja su petición inicial de siete años de prisión y la redujo a cuatro años y medio. A lo largo del juicio, ambos agentes negaron haber facilitado información alguna, pero sus mandos corroboraron las filtraciones, entre las que llegaron a difundir datos personales de los propios miembros de la unidad contra el crimen organizado de la Guardia Civil.
Según sus superiores, operaron de manera "estable y continuada", al menos, desde febrero de 2013, fecha en la que se descubrieron las primeras fugas de información, hasta el 30 de julio del mismo año, día que se produjeron las detenciones. En los ordenadores de los acusados se localizaron 500 archivos y 2.000 documentos con información de investigaciones activas de la Guardia Civil.
