'Un importante revés', así percibe Francisco Jorquera, candidato del BNG el 21O, el resultado de las elecciones gallegas -tras bajar de 12 a 7 escaños-, aunque dice que, superada la 'decepción inicial' y abierta la reflexión para analizar el porqué de esta hecatombe, toca 'extraer lecciones'. 'Sería un hipócrita', enfatizó en una entrevista, la primera que concede tras la convocatoria electoral, si negase la frustración que en él ha provocado esta caída o que no era conocedor de que encabezaba el cartel del Bloque en una situación 'extraordinariamente difícil' para su organización política.
Así, asume que existía 'ese riesgo' de un varapalo en las urnas, pese a que toda fuerza cuando concurre a unos comicios tiene la 'aspiración lógica' de mejorar sus resultados, de volver a 'ilusionar' a sus votantes, y de 'conectar' con nuevos segmentos sociales. Aún con estas premisas por delante, 'ingenuo del todo no soy', especifica el futuro portavoz parlamentario, y añade que sabía que su pugna por la titularidad del Gobierno gallego se enmarcaba en un 'contexto complejo y difícil'.
Su opinión particular es que el Bloque no tiene un problema de 'línea política', porque ésta, para que se verifique, 'necesita tiempo', y desde la Asamblea Nacional celebrada en Amio (Santiago) el pasado enero en la que quedó fijada la dirección a seguir, 'pasó un período' temporal 'bastante corto' en el que las escisiones 'distorsionaron' la percepción de la sociedad sobre 'los cambios introducidos'. Revisar la cultura organizativa, así como la forma de trabajo y de relacionarse con 'una sociedad con la que debemos resintonizar'; y saber 'qué correcciones y rectificaciones' hay que hacer, aduce el futuro portavoz parlamentario, es la 'senda', dentro de un proceso de debate 'sin límites'.
Su opinión particular es que el Bloque no tiene un problema de 'línea política', porque ésta, para que se verifique, 'necesita tiempo', y desde la Asamblea Nacional celebrada en Amio (Santiago) el pasado enero en la que quedó fijada la dirección a seguir, 'pasó un período' temporal 'bastante corto' en el que las escisiones 'distorsionaron' la percepción de la sociedad sobre 'los cambios introducidos'. Revisar la cultura organizativa, así como la forma de trabajo y de relacionarse con 'una sociedad con la que debemos resintonizar'; y saber 'qué correcciones y rectificaciones' hay que hacer, aduce el futuro portavoz parlamentario, es la 'senda', dentro de un proceso de debate 'sin límites'.
