El padre de su pareja le dijo ‘a ver si lo arregláis por las buenas que es no es para tanto’

La joven acuchillada por su pareja dice que no perdona y espera que esté ‘mucho tiempo en la cárcel’

A sus 21 años de edad Dolores tiene muy claro que ‘no hay perdón’ ni ‘segunda oportunidad’ para el que hasta hace unas semanas era su compañero sentimental y que la madrugada del 24 de enero la golpeó con un bate de béisbol y la acuchilló. ‘Espero que esté el mayor tiempo posible en la cárcel’, pidió Televisión.
Dolores reconoce que se recupera de las heridas físicas pero que las anímicas son más difíciles de cerrar. ‘Es algo que queda ahí para siempre y que no se olvida. En este tiempo he estado buscando una explicación pero no la encuentro. Por mucho que lo intente no la encuentro’, explicó.

‘Lo que más recuerdo de esa noche es el cambio de cara, como si se volviera loco, como si tuviera una furia por dentro. Los golpes como no los veía porque estaba boca abajo de eso no me acuerdo’, explica.

Reconoce que pasó un miedo ‘terrible’ hasta que llegó la ambulancia, durante la espera, el padre del agresor que vive en la casa contigua se acercó a ella y le dijo ‘a ver si lo arregláis por las buenas que no es para tanto’.

‘A mí me da una vez, pero no me vuelve a dar; me costará, pero a mí no me vuelve a dar’, afirmó, contundente, al tiempo que dejaba claro que para un maltratador ‘no hay perdón’. ‘Espero que esté el mayor tiempo posible en la cárcel’, pidió.

Dolores reconoce que, mientras se va recuperando de las heridas física, las anímicas ‘son más difíciles de cerrar’. ‘Es algo que queda ahí para siempre y que no se olvida’.

BUSCA UNA EXPLICACION.

En este tiempo, Dolores se ha preguntado una y otra vez ‘por qué’ sin encontrar una respuesta. ‘Buscas una explicación, y no la encuentras; por mucho que lo intentes no la encuentras’.

De esa madrugada del día 24, Dolores no puede borrar de su mente ‘el cambio de cara’ de su pareja, ‘como si se volviera loco, como si tuviera una furia por dentro’, describió, sin acabar de comprender lo que sucedió aquella madrugada. Como un día más, su compañero se despidió de ella, incluso llegó a escuchar cómo se cerraba la puerta; ‘de repente siento 'pum' y a partir de ahí ya fue todo seguido’.

Su compañero regresó y comenzó a golperla con un bate de béisbol para después atacarla con un cuchillo, produciéndoles heridas graves en la cabeza y cortes en cuello, costado y espalda.

Después de la agresión, el padre de su compañero, que vive en la casa contigua, se acercó a ella y le dijo que no era ‘para tanto’ lo sucedido y que debían ‘arreglarlo por las buenas’. Después, Dolores tuvo que esperar a que llegara la ambulancia. Una espera que soportó con ‘un miedo terrible’ por todo su ‘cuerpo’.

Te puede interesar