El Ayuntamiento de Lugo finalizó la instalación de las cabinas para ubicar sendos radares en las avenidas de Madrid e Infanta Elena, las dos principales entradas y salidas de la ciudad, para controlar los excesos de velocidad que ponen en peligro a los usuarios de ambas vías. El portavoz del gobierno local, Luis Álvarez, anunció ayer en rueda de prensa que ambos radares comenzarán a funcionar tan pronto como los técnicos acaben de 'calibrar' los aparatos, dado que la decisión de colocarlos en ambas entradas a la ciudad fue tomada hace tiempo.
El propio concejal socialista reconoció que en alguna ocasión se quedó 'pasmado' ante la velocidad a la que entran o salen de la ciudad algunos vehículos por cualquiera de esas dos vías de acceso, muy transitadas, tanto por coches como por peatones. Precisó que el ayuntamiento, visto el éxito que tuvo la colocación de dos radares fijos en Ronda da Muralla, principal vía de comunicación local, tomó esta decisión para contribuir a mejorar 'la seguridad de todos'.
