ENTREVISTA

Gómez Besteiro: “Yo no me siento cuestionado, en las primarias ya se verá el grado de apoyo"

gomez_6_result
photo_camera José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral de los socialistas gallegos.

Hace año y medio José Ramón Gómez Besteiro fue elegido secretario xeral del PSdeG,  pero la pérdida de la Diputación lucense por la indisciplina de Manuel Martínez, alcalde de Becerreá, lo han situado en la diana de las críticas.
 

Hace año y medio José Ramón Gómez Besteiro fue elegido secretario xeral del PSdeG con el apoyo aplastante de la militancia, pero la pérdida de la Diputación lucense por la indisciplina de Manuel Martínez, alcalde de Becerreá, lo han situado en la diana de las críticas.

¿Se imaginaba que en tan poco tiempo alguien pudiese cuestionar su liderazgo o no siente que sea así?

No se trata de eso, sino de valorar cada proceso. En aquel momento fue la elección del secretario xeral y cuando lleguen las primarias para la Xunta veremos ese grado de apoyo. Yo no me siento cuestionado. Pasó ya año y medio y hemos afrontado los retos del partido en una situación complicada y compleja. Ahora estamos en un momento en el que hubo unos resultados muy buenos para el PSdeG. Fuimos con Andalucía, Extremadura y Murcia las comunidades que superamos el nivel de porcentaje de voto de las últimas elecciones municipales en un contexto distinto, de emergencia de otras fuerzas políticas. El resultado en Galicia evidentemente es mejorable, pero es bueno y nos permite estar en más instituciones y tener más representación.

La noche del 24M también lanzó un mensaje triunfalista...

(Interrumpe) No tanto triunfalista, sino realista. Yo lo que dije es que donde el PSOE gobernaba, salvo excepciones, reeditó resultados y donde estaba en la oposición pasó a formar gobierno. Este es un resultado inapelable y objetivo por el número de alcaldías que tenemos y por las instituciones que podemos gobernar. Donde el PP tenía el poder más absoluto, como en la provincia de A Coruña, fue donde más creció la indignación y ahí a lo mejor no supimos conectar con ese descontento. Los resultados de forma general en todo el territorio, salvo excepciones, es muy bueno. En donde estábamos gobernando, como en Vigo, se demostró que las políticas del PSOE son percibidas como útiles por los ciudadanos. En Lugo tenemos casi 30 alcaldías, casi la mitad de la provincia. Por supuesto que pueden ser mejores resultados, pero también el contexto varió respecto a 2011, con fuerzas emergentes y una realidad distinta.

¿No tendría que haber sido un poco más prudente a la espera de pactar con el BNG, las mareas...?

No. Yo concibo la formación de los gobiernos desde el profundo sentido común. La diferencia de votos con los que obtuvieron el BNG y las mareas es abismal. Los partidos políticos tienen que decidir si quieren que continúe el PP o que haya gobiernos progresistas alternativos. En la inmensa mayoría de los casos deben ser liderados por el PSOE, pero no porque lo digamos nosotros, sino porque lo decidieron los ciudadanos.


¿Cómo se puede explicar que González Santín, secretario provincial de Lugo, que sí aceptaría el BNG como presidente de la Diputación, perdiese una votación contra Manuel Martínez, del que se sabía que el BNG no lo apoyaría por estar imputado?

Porque los concejales que votaron en ese partido judicial les pareció mejor Manuel Martínez, pero hay más partidos judiciales. El candidato es una elección del partido y todos tenemos que someternos porque no es una decisión personal.

¿Hizo usted algún movimiento para acabar apartando primero a González Santín y después a Manuel Martínez?

Yo fui absolutamente neutral en esa votación, como no puede ser de otra manera.

Pues se ha dicho que usted tenía una tercera vía para seguir controlando la Diputación...

Pero esa tercera vía nunca apareció. Esa duda siempre quedará, pero si no apareció, es porque no existía.

¿Por qué no dimitió López Orozco la noche electoral al no ser la lista más votada para ser alcalde de Lugo?

Orozco tomó una decisión personal en el momento que le pareció oportuno. Por cierto, cualquier decisión sería respetada por el partido. Esta es una de las grandes diferencias que existen entre el caso del Concello y la Diputación de Lugo. La Alcaldía emana de un compromiso directo con los ciudadanos que votan. A Orozco le votaron 14.000 lucenses y la decisión de dimitir o no es suya, aunque pueda tener consecuencias políticas para un partido. Pero la decisión de la Diputación no es personal, sino de partido y esto es lo que diferencia un caso del otro. Nos puede gustar o no, pero hay que acatarla.

¿Le pidió a Orozco que dimitiese en la reunión del día antes de la constitución de la corporación municipal?

En absoluto. Sobre esa reunión se especuló muchísimo y todo fue falso. Yo a Orozco no le tengo que decir lo que tiene que hacer y estoy seguro de que seguirá apoyando al PSOE.

Hasta unas horas antes decía que él iba a ser el candidato a alcalde a pesar de que el BNG manifestó que no lo apoyaría por estar imputado.

Pero él tomó una decisión que comunicó. Repito que yo no le podría decir lo que tenía que hacer.

¿Cómo es posible que Manuel Martínez, aunque se hubiese quedado dormido, llegue a la Diputación de Lugo pensando que va a ser el candidato a la presidencia?

Sobre esto también se especula mucho. El día antes el grupo provincial decide, con la misma unanimidad con la que había impulsado su candidatura, la propuesta de otro compañero para poder continuar con un gobierno progresista. Esa decisión se comunica a la dirección autonómica y se pone en conocimiento de la comisión federal de listas, que es el órgano máximo que decide. Efectivamente se quedó dormido, pero creo que él ya sabía que esa decisión estaba tomada. En todo caso, tuvo toda la información antes de que se realizase la votación. No creo que se pueda ignorar la decisión ni incumplirla porque una de las normas de los socialistas es cumplir lo que reflejan los estatutos, que dicen que la decisión sobre todas las candidaturas es en última instancia de la comisión federal de listas.

¿Habló con Manuel Martínez la noche antes de que entregase la Diputación al PP? ¿Sabía él que no iba a ser el candidato elegido?

Sí, estaba claro.

¿Y por qué se produjo el espectáculo?

Yo no puedo entrar a hacer una valoración personal. Es una decisión grave de desviación del sentido del voto. Y no entro en si la decisión del partido es acertada o no o en lo que le pueda parecer a uno, pero no hay opción para el incumplimiento.

¿Habrá una moción de censura para recuperar la institución?

Hablamos de reconducir la situación para respetar el sentir de la ciudadanía en Lugo. Es lo que deseo para el futuro porque es lo que desea una parte importante de los ciudadanos. El PP ya ni decía en estas municipales que iba a recuperar la Diputación. Lo veía como una meta inalcanzable.

¿Usted cree en el 'tamayazo'?

No dudo de la honorabilidad de Manuel Martínez, en absoluto, aunque sentí una decepción muy grande.

De momento sólo lo han expedientado y no expulsado. ¿Podría ser que él también participe en esa moción de censura?

No aventuro nada de lo que nos pueda deparar el futuro. La situación es la de apertura de un expediente, que es lo normal y obvio por apartarse del sentido de voto. Y se va a hacer bien. Vamos a hacer un procedimiento con todas las garantías, que es como se hace en esta organización. Yo digo que la situación hay que reconducirla hacia lo que quieren lo ciudadanos.

¿Qué piensa cuando escucha que el PSOE es rehén del BNG?

Yo no comparto esas teorías. Cada uno puede poner sus condiciones en las negociaciones y éstas implican cesiones de ambas partes para llegar a un consenso. Nunca he considerado que una negociación sea chantaje o toma de rehenes. Eso lo hacen otros como con el bloqueo para la designación de un senador autonómico. Resulta incomprensible que de una forma caprichosa un presidente de la Xunta, éste, porque Manuel Fraga no cometería el tremendo error, discuta algo que le corresponde al PSOE y no puede estar sujeto a negociación. Ésta es la política mediocre de la Xunta Si yo fuera presidente gallego, no cometería la torpeza de intentar impedir que el PP pudiera designar lo que legítimamente le corresponde.

¿Qué pasará con las diputaciones de A Coruña y Pontevedra?

Si se impone el sentido común, habrá un gobierno alternativo con políticas distintas a las del PP. Los ciudadanos han otorgado un mayor protagonismo al PSOE, que no exclusivo, y para eso están las negociaciones.

Se ha escrito que para presidir la Diputación de A Coruña propone al alcalde de As Pontes y se le ha enfadado el de Dumbría...

Yo respeto a todos los candidatos que pueda haber y, como hice en Lugo, soy absolutamente neutral. En mis exposiciones públicas no he manifestado lo contrario, más allá de las interpretaciones de una conversación que pueda hacer alguien.

Si, como parece, Carmela Silva acaba siendo presidenta de la Diputación de Pontevedra, ¿puede darse por enterrada la norma de una persona un cargo que estableció Pachi Vázquez, su predecesor?

En absoluto. Para ser presidente de la Diputación tienes que ser concejal.

Sigue en el Congreso.

Parecería razonable la elección entre una cosa o la otra, evidentemente.

Ya que ha salido lo de los cargos, ¿no le hubiese sido políticamente más rentable esperar a las Generales en vez de optar ya a la mecedora del Senado por designación autonómica poniéndole la crítica en bandeja al PP?

No es una mecedora. Creo que se puede hacer un gran papel en una cámara que es esencialmente territorial, con lo que nos permitirá establecer una mayor conexión con los grupos del Congreso y del Senado desde la posición de secretario xeral. Además, sería una forma de despistar y burlarse de los ciudadanos si yo me presento en las próximas elecciones generales teniendo la intenciónd de participar en las primarias para la Xunta de Galicia.

El PSdeG estaba ya representado por Paula Fernández. 

Sí, fue una magnífica senadora. Ese puesto quedó vacante y por eso ahora se propone a la persona del secretario xeral.

¿Quedó vacante de forma voluntaria?

No creo que entrar en esas cuestiones aporten la situación real. Pienso que se puede hacer un buen trabajo por designación autonómica, no por una provincia, y por eso se ha fijado esa posición.

¿No sabía que el PP lo iba a utilizar para zurrarle?

En los parámetros razonables en los que nos tenemos que mover me parece absurdo que el PP utilice estos argumentos. Estamos un poco mediatizados por lo que el PP cree y hoy es un pollo sin cabeza. Lo hemos visto en las municipales. El presidente Feijóo, que no sabemos si está aquí o fuera, si se quiere ir o quedar, aunque nunca ha estado centrado en los problemas reales de Galicia, después de decidir personalmente cada uno de los candidatos de las grandes ciudades se ha pegado un  batacazo histórico. Son los peores resultados del PPdeG. Y esto ha sucedido bajo la dirección del propio Feijóo y de un Rueda que ya no rueda, el secretario general. Lo ha dicho muy bien Baltar, el presidente de la Diputación de Ourense:  con este resultado el PP pierde la Xunta salvo por Ourense. Y por Verín... (Se ríe)

Ya que saca a Ourense, ¿ya ha llamado o le ha llamado Pachi Vázquz desde que renunció al acta de diputado?

No, últimamente no hemos hablado. Pero tampoco pasa nada, tampoco hubo el momento o la oportunidad de hacerlo.

Que la relación es tibia tirando a fría, para entendernos...

No, es normal. Hay muchas personas con las que no hablo habitualmente y no significa que las relaciones sean frías.

¿Cree que el PSOE podría haber conseguido en Ourense un resultado mejor con Pachi Vázquez de candidato en vez de Vázquez Barquero?

Eso sería hacer especulaciones. Creo, además, que estos días hay gente que se dedica a hacer predicciones del pasado. Las del futuro son complicadas, por eso hay personas que predicen el pasado y son las que nunca se equivocan. El pasado, pasado está. La realidad es que hubo unas primarias en Ourense que ganó Vázquez Barquero. Teníamos más esperanzas, pero también es verdad que el proyecto venía lastrado por todo lo que sucedió en los últimos años. Tampoco se puede achacar todo ni al candidato ni a la campaña. La situación de la ciudad de Ourense era especial, por calificarla de alguna forma.

En A Coruña, Ferrol o Santiago su partido no permitió que gobernase el PP y en Ourense sí. ¿Es contradictorio?

Yo a lo que llamo gobiernos de progreso son los que comparten una determinada visión del acontecer de los ciudadanos y eso en los últimos años se ha materializado, con carácter general, en acuerdos entre el PSOE y el BNG, en unos casos con acuerdos y en otros compartiendo políticas de contenido progresista. En Ourense esa realidad no se puede producir porque hay precedentes y pasado en la relación de los partidos. Eso condiciona la falta de confianza, que es importante en un acuerdo.

¿Entiende entonces la postura de Barquero de no apoyar a Democracia Ourensaba de Pérez Jácome?

Es la postura del PSOE y yo no se la reproché.

¿Qué pasará con el alcalde de Caldas, al que le han desestimado su recurso?

El único partido de Galicia que tiene una posición clara es el PSOE. La máxima es que no habrá ningún socialista sentado en el banquillo siendo socialista. Todos nuestros cargos saben lo que tienen que hacer y no va ser necesario que el partido les diga nada.

¿Le ha llamado Pedro Sánchez después del palo en la Diputación de Lugo?

He hablado con él varias veces. Hablamos con mucha frecuencia. Lamentó lo de Lugo porque es grave, pero si la pregunta es si me siento respaldado por la dirección federal, la respuesta es absolutamente.  n

Te puede interesar