Diez años después de la catástrofe del 'Prestige' y coincidiendo con el inicio del juicio en A Coruña, más de 300 personas volvieron a clamar 'Nunca Máis a una marea negra' y para exigir que 'no haya impunidad'.

Nunca Máis vuelve a escena

Hace ahora casi diez años un vetusto petrolero que navegaba por el Atlántico, bajo bandera liberiana, zozobró en medio de una tormenta y las toneladas de fueloil que transportaba en sus bodegas tiñeron de negro la costa gallega. Esta catástrofe también provocó la mayor respuesta de la sociedad civil que se recuerda frente a una de las peores catástrofes medioambientales que ha sufrido España en las últimas décadas.
Las impresionantes imágenes de los pescadores de la Costa da Morte luchando contra sus propios medios contra la 'marea negra' que siguió al accidente del 'Prestige', un monocasco con una eslora equivalente a dos campos de fútbol, provocó una oleada de solidaridad sin precedentes. Fueron cientos de miles los voluntarios que, desde toda España, viajaron a Galicia para ayudar en las labores de limpieza de una costa anegada de norte a sur por el chapapote que dejó impracticables los bancos marisqueros más ricos del mundo.

El juicio por esa catástrofe medioambiental arrancó ayer en A Coruña con tres imputados sentados en el banquillo de los acusados y la petición de indemnizaciones por parte de la Fiscalía especial de Medio Ambiente de Galicia que superan los 4.000 millones de euros.

La vista oral llega para muchos demasiado tarde, pero a pesar de ello exigen que 'el juicio del 'Prestige'' se convierta en una causa 'ejemplar' y se delimiten las responsabilidades hasta las últimas consecuencias para poner coto a un transporte marítimo que permite la navegación de buques-basura que han llevado la desolación a diferentes lugares del planeta.

Esa es la tesis que defienden Greenpeace y la plataforma ciudadana 'Nunca máis', que aglutinó la 'indignación' de los gallegos tras el accidente, que consideran que difícilmente se impondrá justicia si no sientan en el banquillo de los acusados a los 'verdaderos' responsables de la catástrofe.

Los activistas de 'Nunca Máis' se congregaron frente al recinto que alberga el juicio para 'clamar' contra 'banquillos vacíos' de altos cargos del Gobierno de Aznar, a quienes consideran los principales responsables por su 'nefasta' gestión de la crisis. Uno de los principales activistas de este movimiento cívico, el escritor Manuel Rivas, reclamó a escasos metros de la sala de vistas, que el juicio 'tiene que estar a la altura de lo que significó el movimiento de solidaridad y de conciencia, no sólo en Galicia sino en toda España y en el mundo'.

Los tres imputados, el capitán del barco, el griego Apostolos Manguras,; el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el exdirector de la Marina Mercante José Luis López Sors, todos ellos ya septuagenarios, siguieron las primeras diligencias con rostro inexpresivo.

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