Familiares de la niña fallecida en una guardería de Betanzos (A Coruña) atribuyen a un 'descuido grave' de las monitoras el suceso que le costó la vida a la menor, de 27 meses. A la espera de los resultados de la autopsia, todo apunta como causa de la muerte un ahogamiento en una pequeña piscina hinchable ubicada en el recinto y donada por los padres para su uso en los meses de verano.
El suceso se produjo cuando los niños acababan de terminar los juegos acuáticos y se preparaban para ir a comer. En ese momento, había 33 niños, divididos en tres grupos y cada uno de ellos con una cuidadora, además de otra de refuerzo.
'Eso fue un descuido, una negligencia', señalaron fuentes del entorno familiar que precisaron que, por el momento, no valoraron la posibilidad de emprender algún tipo de medidas contra la guardería o la Xunta de Galicia. No obstante, tampoco las descartaron.
Asimismo, pusieron en duda el argumento de que los niños no quedasen solos en ningún momento. 'Ha sido un descuido grave', recalcaron las mismas fuentes, que insistieron en que lo que quieren es que 'no vuelva a suceder' un suceso de este tipo.
En cuanto al número de monitoras existentes ese día -cuatro para 33 niños, un número que, según la Xunta, supera la ratio establecida legalmente-, la familia señala que no va a 'discutir' ese dato. 'Ellos son los que ponen la ratio', pero insistieron de nuevo en que la niña 'en algún momento tuvo que quedar sola'. Por ahora, se sigue a la espera del resultado de las investigaciones abiertas por la Guardia Civil y la Xunta. Mientras, la guardería abrió el jueves de nuevo sus puertas tras permanecer cerrada desde el lunes.
'Eso fue un descuido, una negligencia', señalaron fuentes del entorno familiar que precisaron que, por el momento, no valoraron la posibilidad de emprender algún tipo de medidas contra la guardería o la Xunta de Galicia. No obstante, tampoco las descartaron.
Asimismo, pusieron en duda el argumento de que los niños no quedasen solos en ningún momento. 'Ha sido un descuido grave', recalcaron las mismas fuentes, que insistieron en que lo que quieren es que 'no vuelva a suceder' un suceso de este tipo.
En cuanto al número de monitoras existentes ese día -cuatro para 33 niños, un número que, según la Xunta, supera la ratio establecida legalmente-, la familia señala que no va a 'discutir' ese dato. 'Ellos son los que ponen la ratio', pero insistieron de nuevo en que la niña 'en algún momento tuvo que quedar sola'. Por ahora, se sigue a la espera del resultado de las investigaciones abiertas por la Guardia Civil y la Xunta. Mientras, la guardería abrió el jueves de nuevo sus puertas tras permanecer cerrada desde el lunes.
