Pepe Palacios ha organizado el I Congreso Internacional de Seguridad y Turismo Sostenible, donde ha reivindicado dar la "misma atención" a los ahogamientos que a los accidentes de tráfico.
Pepe Palacios elaboró en 1999 la primera tesis doctoral del país sobre socorrismo y este fin de semana ha organizado el I Congreso Internacional de Seguridad y Turismo Sostenible, donde ha reivindicado dar la "misma atención" a los ahogamientos que a los accidentes de tráfico.
Doctor en Educación Física y profesor universitario de Actividades Acuáticas Saludables y Socorrismo en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de A Coruña, es, además, vicepresidente primero de ADEAC-FEE, responsable en España del Programa Bandera Azul, que distingue a las mejores playas.
En una entrevista, Palacios ha recordado que "España es el país del con más banderas azules", una "potencia en turismo sostenible", pero matiza que quedan deberes pendientes en seguridad. El Congreso reúne a 40 profesores de ocho naciones, expertos mundiales como el holandés Joost Bierens, autor de un trabajo de referencia mundial en socorrismo, y David Szpilman, director médico de Sobrasa (Brasil), que han aportado claves sobre los ahogamientos. "Destacan que no tienen una repercusión mediática tan grande como los accidentes de tráfico, las guerras o las enfermedades. El ébola ocasionó un revuelo mediático importantísimo y afectó a unas 10.000 personas en el mundo; por ahogamiento mueren cada año 400.000 personas", explica. Y eso que "las estadísticas sobre ahogamiento no son muy fiables": la Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que la repercusión "real es tres veces más, con lo que estaríamos hablando de más de un millón de personas".
Elaborar estadísticas "más fiables y completas" es, precisamente, una de las peticiones de la OMS a los Gobiernos porque en España, apunta el profesor, de los ahogamientos no hay datos sobre "la hora o el lugar" en que se producen, solo se conoce "el sexo de las víctimas, la edad, la provincia donde ocurren y poco más".
"Los expertos necesitamos conocer la situación para intervenir", indica antes de recordar que las estadísticas oficiales no incluyen a los que se ahogan en grandes catástrofes o migraciones.
Si eso se computara, las cifras se dispararían en todo el mundo, pero las oficiales se quedan, indica Palacios, "en 400 ahogados al año en España", número que ha ido a menos con el paso del tiempo, pero que mantiene datos "preocupantes" en niños de 1 a 9 años y, sobre todo, en mayores de 60.
"La gente no se da cuenta del problema. Nosotros opinamos que casi el cien por cien de los ahogamientos se puede prevenir. Con una campaña suficiente de prevención, una normativa adecuada y recursos humanos y materiales suficientes, no habría ahogados", dice.
Es entonces cuando el profesor universitario establece el paralelismo con los accidentes de tráfico: "Se ha logrado bajar de 10.000 muertos en carretera a 1.000 porque, a pesar de que circulan más vehículos, hay una normativa muy clara, no en los ahogamientos".
"En tráfico se han hecho bien los deberes, se han puesto recursos humanos y materiales para reducir las muertes, pero en ahogamiento no ha sido así. Reclamamos la misma atención para los ahogados que para los muertos en carretera", señala.
Apunta que "no hay una normativa que regule", por ejemplo, "la necesidad de cubrir las playas con socorristas" y añade que un estudio este año ha demostrado que en los arenales "donde existe suficiente nivel de socorrismo es prácticamente imposible ahogarse".
Otro hándicap es la eventualidad: "Es difícil encontrar adecuados niveles de profesionalización cuando el trabajo es tan temporal y los servicios tienen un equipo humano que va cambiando cada año".
Para contrarrestarlo, aboga por poner "unidades acuáticas profesionales que tengan posibilidades de intervenir todo el año".
El agua conlleva riesgo, pero "la imprudencia", hacer caso omiso a las indicaciones, "ocasiona más muertos que el oleaje".
Palacios aconseja: "Que no se nos olvide que la gente viene a España por el sol y las playas, así que estamos obligados a garantizar la seguridad en ellas".
