Los responsables del templo compostelano dicen carecer de medios para inventariar su patrimonio

Ocho personas y 40 cámaras vigilan la catedral de Santiago

David Lorenzo y Ricardo Sanz, durante la presentación del programa de protección de la catedral. (Foto: E.P.)
El cabildo de la Catedral de Santiago anunció ayer el refuerzo del plan de protección de este templo, con un dispositivo de videovigilancia compuesto por 40 cámaras, un equipo estable de 8 personas, y la creación de la figura del jefe de seguridad. Tras la desaparición el año pasado del Códice Calixtino y su recuperación a principios de este mes, el presidente de la comisión de cultura y arte, Daniel Lorenzo, y el responsable del plan de seguridad, Ricardo Sanz, presentaron las características de este programa que busca 'proteger a las personas y al patrimonio'.
El objetivo, detallaron, es 'mejorar el control', tanto en la basílica compostelana como en el edificio claustral, donde se alojan el Museo y el Archivo. Hasta ocho personas se encargarán de manera permanente del control de todas las dependencias. Además, el plan someterá a un 'estrecho control' las llaves de acceso a las distintas estancias, e igualmente el personal externo a la Catedral 'deberá estar acreditado' para poder acceder a determinados espacios, concretaron Lorenzo y Sanz.

La empresa de seguridad responsable, que trabaja con otras 14 diócesis de España, prevé la realización de un 'gran simulacro de evacuación' para el próximo año. Daniel Lorenzo no facilitó datos sobre el presupuesto de este plan de seguridad, únicamente precisó que el cabildo pretende actuar con 'rigor y eficacia' y sin un coste 'desmesurado' ya que los medios de los que disponen 'son escasos'.

También aseguró que el templo compostelano 'si tuviera medios haría' un inventario de su patrimonio y destacó que 'nunca impidió' a las instituciones su elaboración, a las que, como indicó, la iglesia 'abrió las puertas incluso de las zonas de clausura'. De esta manera se manifestó a preguntas de los periodistas sobre el patrimonio cultural que se incluye en las propiedades de la Catedral de Santiago y de la cual, a su juicio, 'cualquier especialista en arte' tiene conocimiento, 'incluso de aquellos objetos que no se exhiben'.

'Si alguien tiene interés de conocer el patrimonio del templo lo puede hacer a través de los catálogos, libros o publicaciones, pero incluirlo en un catálogo accesible es una cuestión que puede ser competencia de otras administraciones', ha puntualizado. En este sentido, ha señalado que la Catedral recibió 'presupuestos de proyectos y estudios' para su divulgación como la creación de fichas virtuales sobre las piezas, 'pero no se afrontó la posibilidad debido a su elevado coste'.

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