En una rueda de prensa, López-Chaves se refirió al anteproyecto de ley de creación de esta nueva agencia que sustituirá al actual Instituto Galego das Artes Escénicas e Musicais (IGAEM) y denunció que su objetivo es "eludir el control parlamentario y el control de legalidad de sus cuentas". Así, destacó que este nuevo proyecto legislativo tiene como fin la "ocultación".
De esta forma, criticó que, a pesar de ser un organismo público, su gestión será privada. "La gestión de la entidad ya no estará sometida al control de legalidad de la intervención y podrá contar con nuevos cargos designados a dedo que asuman funciones tradicionalmente reservadas a la Consellería de Cultura", agregó.
Además, denunció que, con la puesta en marcha del AGADIC, el departamento que dirige Ánxela Bugallo pretende "tapar las irregularidades" del IGAEM y destacó que el personal que contrate "no estará sujeto a derecho administrativo". "Se está cayendo en la precarización y, lo peor de todo, es que lo está haciendo el BNG que antes presumía de ser el defensor del sector público", manifestó. "Están creando un nuevo chiringuito, mejor dicho, un chiringazo, con el objetivo de crear redes clientelares", añadió.
INSTITUTO CATALÁN
En este sentido, aseguró que el anteproyecto de ley que ultima Cultura es una "copia" del Instituto Catalán de las Industrias Culturales, creado en 2000. No obstante, subrayó que la diferencia entre Galicia y Cataluña es que, en la primera comunidad ya existe una estructura pública para la gestión de las artes escénicas, en alusión al IGAEM, mientras que en la segunda "se creó de cero".
De esta forma, advirtió del "sin sentido" de este nuevo órgano ya que indicó que Galicia contará con cuatro entidades audiovisuales; "unas gobernadas por el BNG y otras por el PSdeG, con el consiguiente perjuicio para el sector", aseveró.
CIDADE DA CULTURA
Por otra parte, López-Chaves también se refirió a la situación en la que se encuentran las obras de la Cidade da Cultura y volvió a denunciar a la consellería por "ocultar documentación". Así, señaló que "sólo se están realizando las únicas obras" que no fueron paralizadas por la consellería.
No obstante, señaló que hubo modificaciones del proyecto que no conocen porque Cultura "no envía la documentación que se le pide" sobre certificado de obras, estudios económicos o colaboraciones con otras instituciones. "Quizá los contenidos de la Cidade da Cultura los decidan Zapatero o Lula", ironizó sobre los últimos encuentros que ha mantenido la consellería con representantes del presidente español y brasileño.
