La Policía Local de Vigo rescató a mediodía de ayer a una niña de dos años cuya madre había dejado encerrada en el coche mientras fue a realizar unos trámites, ante el peligro de deshidratación de la menor, ya que el vehículo estaba estacionado en una zona soleada y en ese instante el termómetro marcaba 30 grados. Fuentes de la Policía Local precisaron que una mujer que paseaba por la calle Atalaya dio la voz de alarma al ver a la niña dentro del coche, sentada en una silla sujeta bebés y sudando abundantemente.
Cuando los agentes llegaron al punto comprobaron que la niña estaba sola y despierta y que sudaba con profusión, ya que en el exterior hacía una temperatura de 30 grados y calcularon que en el interior del vehículo rondaba los 40. Después rompieron una ventanilla para sacarla del coche. La madre llegó 20 minutos después.
