El 33% de las alertas recibidas son llamadas de usuarios para mitigar su soledad o crisis de angustia

La teleasistencia domiciliaria de Cruz Roja beneficiará a 12.500 mayores en el año 2010

Una usuaria muestra el dispositivo de teleasistencia domiciliaria que lleva en el cuello. (Foto: Archivo)
El sistema de tealeasistencia domiciliaria, que en la actualidad llega a 11.000 beneficiarios en Galicia, aumentará sus usuarios en 2010 para alcanzar a 1.500 personas más que son mayores o que sufren minusvalías o enfermedades y que viven solas. La Consellería de Traballo e Benestar se propuso para esa fecha ampliar los destinatarios del dispositivo que se lleva encima a modo de pulsera, colgante o llavero para fomentar la permanencia en el entorno habitual de los mayores y contribuir a su independencia.
Alertar de forma rápida y sencilla de una emergencia o contribuir a paliar la soledad y el aislamiento de las personas mayores. Estas son las principales ventajas del sistema de tealeasistencia domiciliaria, que en la actualidad llega a 11.000 beneficiarios en Galicia, pero que la Xunta se ha propuesto extender en 2010 a 1.500 personas más que son mayores o que sufren minusvalías o enfermedades y que viven solas.

La Consellería de Traballo e Benestar se ha propuesto para el próximo año ampliar los destinatarios de este dispositivo que se lleva encima a modo de pulsera, colgante o llavero como vías para fomentar la permanencia en el medio de vida habitual de los mayores y contribuir a su independencia. Mediante un pulsador, el usuario puede alertar de forma inmediata a una central de llamadas de situaciones de riesgo en su hogar y la conversación se escucha en toda la vivienda a través de un sistema de manos libres vía radio.

Llamadas recuerdo

Pero la vía de comunicación es doble, porque también hay un sistema de agendas, de forma que los operadores de las centrales que gestionan este sistema también llaman a los usuarios para recordarles su medicación, citas médicas, informarles de actividades complementarias en las que pueden participar o incluso felicitarles por su cumpleaños. Ello genera vínculos que se reflejan en las estadísticas y que evidencian que el 33% de las alertas que recibe Cruz Roja -una de las entidades que en Galicia gestiona para la Xunta estos programas- se corresponden con las denominadas ‘llamadas de soledad o angustia’, que son aquellas en las que las personas mayores llaman y dicen que apretaron el pulsador por error, pero realmente buscan una voz amiga para charlar un rato.

La implicación de los operadores es casi inevitable, pero ‘existe una retroalimentación positiva muy alta porque es gente muy agradecida’, explicó la coordinadora del programa de teleasistencia de Cruz Roja, Loreto Somoza, quien resaltó además el papel fundamental del voluntariado.

Con la ampliación del número de beneficiarios que acometerá la Xunta se pretende llegar a un público más amplio, como personas mayores, enfermas o minusválidas que, aunque cuen tan con un cuidador, están solas la mayor parte del día.

Además, el aumento del programa también permitirá rebajar la edad media de los usuarios, que hoy es, en un 90%, de más de 85 años. Loreto Somoza explicó que el próximo año se podrá llegar a más personas de entre 75 y 85 años, mientras que el perfil actual de usuario mayoritario es de una mujer de 85 años que vive sola. ‘El objetivo es que sigan con su vida, con sus recuerdos, con sus vecinos de siempre y evitar internamientos innecesarios en hospitales o centros geriátricos’, aseveró.

El sistema proporciona tranquilidad para la familia e independencia para el usuario

El jefe de Servicios de Mayores en Lugo, Enrique Rodríguez Díaz, hizo hincapié en que el sistema de teleasistencia domiciliaria permite ‘dar mayor seguridad y tranquilidad’ a las familias porque ‘sus seres queridos están atendidos y controlados’ e ‘incrementa la independencia’ de quienes disponen de él. ‘Es casi imprescindible para quienes viven en el rural, donde las situaciones de aislamiento generan dificultades’, afirmó, aunque agregó que su difusión está creciendo mucho también en ámbitos urbanos. Su función es doble, asistencial para ayudar en momentos de emergencia, y preventiva, para paliar la soledad y fomentar la integración de las personas y evitar su desarraigo.

Para acceder a la ‘pulsera’, como se la conoce entre los usuarios, debe solicitarse en los departamentos de Servicios Sociales de la Xunta. Trabajadores sociales, personal de hospitales o médicos de cabecera se han convertido en los mejores difusores de las ventajas de este sistema, al cual se accede con un certificado médico que acredite una situación de minusvalidez, vulnerabilidad o un grado de dependencia.

En el caso de las personas cuyos ingresos son inferiores al 75% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), el aparato es gratuito, mientras que los que sobrepasan este índice, abonan un copago de 5 euros al mes.

Para Enrique Rodríguez, la acogida de este sistema ha sido ‘formidable’ desde su implantación en Galicia como programa piloto en el año 1993, de forma que el programa ‘ha crecido mucho’. Se trata de un sistema ‘muy sencillo’ que permite a acostumbrarse fácilmente a su manejo y que, además, permite controlar la entrada de llamadas telefónicas del exterior y escucharlas con el mismo sistema de manos libre vía radio.



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