Tras ocho días de huelga en el servicio de recogida de basuras los trabajadores de Urbaser calculan que más de 12 toneladas de desperdicios permanecen sin recoger en los ayuntamientos de Vilaboa, Ponte Caldelas y Soutomaior.
Los huelguistas aseguran que es 'poca cantidad para tantos días de huelga', algo que achacan a 'los servicios mínimos abusivos impuestos por la empresa'. Los efectos de la protesta son menos evidentes en los núcleos urbanos de todas estas poblaciones, ya que 'desde los Concellos se hizo especial hincapié en la necesidad de minimizar el impacto de la protesta en los negocios'. Así, la alcaldesa en funciones de Vilaboa, Ornela Fernández, ha explicado que Urbaser 'ha pasado a recoger la basura cada cuatro días, cuando antes era cada dos', pero afirmó que la acumulación de residuos 'todavía no constituye un problema'. Por su parte, el alcalde de Ponte Caldelas, Perfecto Rodríguez, confrimó que 'los trabajadores cumplen con los servicios mínimos'.
