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Letizia y Rania, el estilo calibrado de dos reinas

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photo_camera Llegada al aeropuerto.

Como si hubieran aplicado nociones de metrología, la vestimenta de las reinas Letizia y Rania de Jordania ha sido elegida al milímetro: la española no ha estrenado ni una pieza para anular la expectación y evitar la comparación de estilo, mientras que la jordana solo calzó el "fashion" en los pies.

Comparadas hasta la saciedad, en materia de estilismos, por la prensa especializada y por la de tonalidad rosa, Letizia y Rania han cumplido expediente y su elegancia no ha velado la visita de Estado. Ni a pie de escalerilla, a la llegada de los Reyes de Jordania al aeropuerto, donde ambas coincidieron en largo de las faldas, en la frescura de los peinados y en los centímetros de los tacones, ni en el adiós, un almuerzo de trabajo, a cuatro, ofrecido por los Reyes de España a los de Jordania. De monocolor rojo, fue la opción segura de doña Letizia para lucir en las primeras instantáneas comparativas. Lo llevó en el vestido, en los zapatos y en el bolso, mientras Rania de Jordania elegía para pisar España un primaveral abrigo en tonos marsala y blanco, con bolsillos de solapa en azul bebé, al igual que el vestido que cobijaba.

Del "outfit" de la jordana, solo sus "stilettos", firmados por Louboutin, derrochaban glamur y auguraban que los zapatos serían su complemento estrella.

El segundo "round" llegaba unas horas después, en la cena privada, en el Palacio de El Pardo, donde ambas reinas coincidían en la sobriedad del color elegido: el negro, y en el ultra natural maquillaje, coronado en sendos recogidos holgados.

Como si no se salieran de la esquina neutral del cuadrilátero, ayer, doña Letizia y Rania de Jordania se vistieron de "trabajo" y apostaron por la neutralidad en la paleta de colores. "Total look" en gris para la reina Letizia y blanco y negro con una pincelada roja, un cinturón, para Rania de Jordania.

Ambas lucieron para la reunión de trabajo en el Centro de Biología Molecular "Severo Ochoa" (CBMSO) unos zapatos negros de corte salón, en un "juego de pies" que en boxeo dispone la ofensiva o defensiva, pero aquí nadie quedó "KO", ni tiró la toalla, el marcador no se movió del 10.

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