LA REVISTA

Siete décadas y media de luces y sombras en la historia ferroviaria

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photo_camera Estación de Vigo en la década de los 80.

La década de 1940 fue la peor para la economía española en todo el siglo XX. El ferrocarril se encontraba colapsado y el Estado tuvo que acudir en su rescate. Así nació la Renfe, en enero de 1941.

Aunque Galicia, tiene motivos sobrados para escribir una larga historia de los agravios ferroviarios que ha padecido desde que existe dicho medio de transporte, la llegada de la Renfe supuso un cambio apreciable. La Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles pondría por fin las vías y los trenes a una comunicación largamente reivindicada, entre A Coruña y Santiago, finalizando al cabo de los setenta años un corredor atlántico que se había iniciado en 1873. En la década siguiente culminaría el directo a Madrid por Zamora, otra de lasgrandes demandas gallegas. 

Galicia será de las primeras comunidades en las que el vapor es sustituido por locomotoras diésel, las Alco procedentes de la ayuda americana, que tendrían su depósito y base de operaciones en Ourense, como lo tendrán, a partir de la década de 1960, los ferrobuses. Aunque siempre fue una empresa deficitaria, sus trenes siempre iban llenos.

La gran paradoja del nacimiento de la Renfe, que tuvo por finalidad la nacionalización de las compañías  en las que estaba fragmentada la red ferroviaria por su incapacidad para mantener los servicios con un mínimo de dignidad es que en los dos años siguientes se constituyen las dos compañías ferroviarias españolas que más proyección tendrán en el mundo: En 1942, será Patentes Talgo, que eleva los estándares de confort y velocidad como no había ningún otro tren hasta la fecha.

_talgo_2_en_delicias_resultEn 1943, Transfesa, la primera operadora ferroviaria de mercancías y que se convertirá, además, en la primera multinacional ferroviaria de capital español. No solo eso: será la primera multinacional gallega, pues el cien por cien de sus participaciones están en manos gallegas durante las primeras décadas de su existencia: los hermanos Fernández López. La misma familia seguirá siendo la accionista mayoritaria hasta que hace diez años, la empresa es adquirida por la DB, la compañía ferroviaria alemana.

La gran catástrofe

Pero no todo fueron buenas noticias en aquellos  primeros años. El 3 de  enero de 1944, el correo expreso de Madrid no llegaría jamás a su destino en las estaciones de Vigo y A Coruña.  Chocaría dentro del túnel número 20 con una locomotora que venía de frente en Torre del Bierzo. Aquel día se escribió la página más negra de la historia del ferrocarril español. Según la versión oficial de la época habían fallecido 83 personas, pero posteriores investigaciones han elevado el número de víctimas mortales a una cifra indeterminada entre 350 y 800. 
 

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