Vídeos, radar, láser y sónar son los elementos que componen este sistema de seguridad
El sistema ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) de ayuda a la conducción incrementa la seguridad, siendo unos de los pasos cara a la conducción autónoma. Incorporado en este momento a vehículos con un alto equipamiento, pronto se generalizará su implantación en gran parte de los nuevos vehículos.
Los "ojos" del sistema residen en las cámaras de vídeo, rayos láser, radar y sónar, que capturan independientemente cada uno el entorno del vehículo, siendo fusiona esta información por un procesar del vehículo, el cual hace actuar a un sistema determinado o informa al conductor. Así las cámaras montadas en el parabrisas reconocen colores y entienden los objetos previamente clasificados por su software, en una distancia de entre 50 y 500 metros. Su última generación en 3D detecta objetos especiales (peatones, animales, etc.) determina su distancia, gracias a la inteligencia artificial.
El radar instalado en la parrilla, tiene un alcance de 250 metros y 360º, no tiene los inconvenientes por una mala climatología como en el caso de las cámaras, determinado la velocidad relativa y distancia a los objetos.
El sónar, colocados en los paragolpes, envía impulsos ultrasónicos hasta los seis metros y sus rebotes determinan la distancia de un objeto, siendo empleado en los asistentes de aparcamiento.
Sensores laser, (Light Detection and Ranging, detección de luz y rango) miden con precisión en 3D (distancia, posición y altura) en un rango de 200 metros. Su mayor inconveniente es su alto precio.
