El propietario de un establecimiento comercial de Feces de Abaixo (Verín), localidad situada en la frontera con Portugal, denunció el robo de 50 jamones pata negra, 40 barras de chorizo, 60 quesos y 10 cajas de chocolate. Los ladrones realizaron un butrón en la parte trasera del local para el robo.
Carlos José Adao, vecino de 51 años natural de Chaves (Portugal) y propietario de un establecimiento comercial de Feces de Abaixo (Verín) denunció un robo en el que los ladrones se llevaron 50 jamones de pata negra Navidul, 40 barras de chorizo Revilla, 60 quesos de varias marcas y 10 cajas de chocolate, entre otros productos de alimentación.
El propietario valoró ante la Guardia Civil que el valor de la mercancía asciende a 20.000 euros y relató que los ladrones también accedieron a la caja registradora del comercio, aunque ignora la cantidad que había dentro.
Los ladrones realizaron un butrón en la parte trasera del local para cometer el robo aunque también causaron destrozos en la entrada principal.
El dueño del negocio mostró su malestar a los agentes de la Guardia Civil ya que además de las pérdidas económicas en los artículos robados, el establecimiento sufrió desperfectos.
Vigilancia
No es la primera vez que los comercios de la localidad registran robos. Los comerciantes han manifestado en varias ocasiones la necesidad de mayor vigilancia policial ya que la localidad está situada en la frontera con Portugal facilitando la huída a las personas que cometen delitos.
El propietario valoró ante la Guardia Civil que el valor de la mercancía asciende a 20.000 euros y relató que los ladrones también accedieron a la caja registradora del comercio, aunque ignora la cantidad que había dentro.
Los ladrones realizaron un butrón en la parte trasera del local para cometer el robo aunque también causaron destrozos en la entrada principal.
El dueño del negocio mostró su malestar a los agentes de la Guardia Civil ya que además de las pérdidas económicas en los artículos robados, el establecimiento sufrió desperfectos.
Vigilancia
No es la primera vez que los comercios de la localidad registran robos. Los comerciantes han manifestado en varias ocasiones la necesidad de mayor vigilancia policial ya que la localidad está situada en la frontera con Portugal facilitando la huída a las personas que cometen delitos.
