La víctima sorprendió a los delincuentes en su casa y en un forcejeo lo agredieron con un hierro
Un albañil de Queizás (Verín), Raúl A.A., de 54 años, se recupera en el CHUO de las lesiones que le ocasionaron tres ladrones en la tarde del pasado lunes en el interior de su vivienda, situada en el número 35 de la avenida de Cabreiroá (Queizás). Los delincuentes lo golpearon hasta romperle el tabique nasal y reventarle un ojo, cuya visión, según pudo saber este periódico, ya la da por perdida.
La agresión se produjo sobre las ocho y media de la tarde cuando el profesional regresó a su vivienda tras una jornada de trabajo y se encontró con los tres ladrones en el interior de la casa, que estaba toda revuelta. Raúl A. A. les plantó cara logrando agarrar a uno de los delincuentes mientras los otros dos se daban a la fuga por una de las puertas. La víctima llegó a reducir a uno de los asaltantes, pero cuando lo tenía amarrado contra el suelo y se disponía a avisar a la Guardia Civil, irrumpieron en el inmueble los otros dos delincuentes con el objetivo de rescatar a su compañero.
La víctima les plantó cara de nuevo, pero uno de ellos lo golpeó con un hierro, posiblemente el que utilizaron para forzar la puerta de la vivienda, según fuentes de la investigación, hasta reventarle uno de los ojos, romperle el tabique nasal y causarle varios politraumatismo en diferentes partes del cuerpo.
Los tres ladrones lograron salir del inmueble y fugarse en un vehículo de color blanco. La víctima salió tras ellos y, según fuentes de la investigación, logró anotar varios números de la matrícula. Después alertó a su mujer e hijo que lo encontraron en un charco de sangre en el interior del inmueble. Al lugar acudió una ambulancia , que lo trasladó primero al Hospital de Verín, desde donde fue derivado al CHUO, donde permanece ingresado.
Los ladrones se apoderaron de 600 euros y varias joyas y su actuación causó conmoción entre los vecinos, que no acaban de creerse lo sucedido. La Guardia Civil estableció controles en varios puntos de la comarca de Monterrei con el objetivo de localizar a los tres asaltantes, que podrían llevar días vigilando los movimientos y casa del albañil.
