El asesino de un niño judío de Nueva York padece un desorden psiquiátrico

Levi Aron, el hombre que confesó haber matado y descuartizado hace un mes a un niño judío ortodoxo en Nueva York padece un desorden psiquiátrico con tendencias esquizoides, según se desprende de un examen médico preliminar al que fue sometido, informa hoy el diario The New York Times.

'El examen mostró que Aron tenía tendencias esquizoides, pero si éstas cumplen las características de una enfermedad mental está todavía por determinar', dijo al rotativo neoyorquino el abogado del autor confeso de un crimen que causó conmoción.

El letrado, Pierre Bazile, declaró que ahora Aron deberá ser sometido a nuevos análisis médicos por 'otros expertos propuestos por la defensa', y reconoció que su cliente tenía una hermana que murió mientras estaba internada por esquizofrenia.

Bazile afirmó la semana pasada, cuando se procedió a la lectura de cargos al acusado, que pretende alegar que es un caso de enajenación mental, ya que consideraba que sufre algún tipo de desorden mental.

Por el momento, se considera al acusado mentalmente capacitado para afrontar el juicio, según los resultados de la evolución psiquiátrica que la Fiscalía de Brooklyn hizo públicos el 4 de agosto.

Aron, judío al igual que la víctima, está acusado de asesinato en primer y segundo grado y secuestro, delitos por los que, de ser hallado culpable, se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.

El acusado permanece en la cárcel desde su detención el pasado 13 de julio y, pese a haber reconocido el asesinato de Leiby Kletzy, se declaró 'no culpable' en su primera comparecencia ante el juez.

Hace tres semanas se conoció un informe forense según el cual Kletzy, de 8 años, fue drogado con múltiples medicamentos y después asfixiado por su agresor, que ya había confesado por escrito que lo mató en un ataque de 'pánico'.

El mismo día en que el juez confirmó los cargos se conoció que Aron declaró a los policías que le detuvieron que era 'famoso' y que escuchaba voces que le decían que tenía que quitarse la vida por lo que le había hecho al niño.

En el momento de su detención, los agentes de la policía neoyorquina encontraron en su apartamento parte de los restos del cadáver descuartizado del niño, que llevaba dos días en paradero desconocido, junto a varios cuchillos ensangrentados.

Los investigadores localizaron después en un contenedor de basura del barrio de Sunset Park, a unos cuatro kilómetros de la vivienda del acusado, una maleta con restos humanos envueltos en bolsas de plástico.

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