Evacúan un centro de refugiados por el ciclón para transformarlo en colegio electoral

Ciudadanos birmanos hacen cola en Rangun esperando ayuda humanitaria.
Soldados birmanos desalojaron un centro de refugiados por el ciclón 'Nargis' para usar las instalaciones como colegio electoral en el referéndum constitucional, que se celebrará el próximo día 24 en las zonas afectadas por el tifón. Fuentes de la disidencia informaron de que el campamento acogía a unas sesenta personas que perdieron sus hogares en un suburbio de Rangún, la antigua capital.
Ignorando las carencias que sufren los damnificados, miembros de la Asociación para el Desarrollo y Solidaridad de la Unión (USDA) siguen recogiendo votos por adelantado para el plebiscito, una medida inicialmente pensada para ancianos y desvalidos pero ahora 'recomendada' al resto de la población.

'Tienes que darles tu papeleta, por supuesto con el 'si' -al proyecto constitucional-, no es ningún secreto', comentó un vecino de Rangún a la radio Mizzima.

La USDA, una milicia de unos 24 millones de afiliados auspiciada por la Junta Militar, es empleada por ésta para intimidar a opositores y colaboró activamente en la represión de las protestas a favor de la democracia del pasado septiembre.

Sus miembros patrullan las calles de las principales ciudades del país, armados con porras y varas para golpear a monjes, estudiantes u otros activistas, y habitualmente organizan actos 'espontáneos' de respaldo al régimen.

'Los generales piensan en aferrarse al poder y no ayudan a los afectados por el ciclón', precisó otro residente de la mayor ciudad del país.

El pasado sábado, el régimen decidió seguir adelante en las áreas no devastadas por el tifón con el referéndum, primer paso de su llamada 'hoja de ruta' hacia la democracia que culminará, según el Gobierno, con elecciones libres en 2010.

Pero la oposición, que no ha participado en la redacción del borrador, afirma que es una operación de maquillaje para perpetuarse en el poder, pues el texto reserva a los militares un cuarto de los escaños del Parlamento y la llave de los ministerios.

Hasta ahora, la Junta Militar admite casi 38.500 muertos por el huracán, aunque algunas organizaciones internacionales temen que la cifra pueda ser mucho mayor.

Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones democráticas desde 1990, cuando el partido oficial fue aplastado por la oposición encabezada por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, en unos comicios que nunca fueron reconocidos por el régimen.

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