El Gobierno indio envía 10.000 soldados adicionales a Cachemira para acabar con semanas de protestas

Soldados del Ejército indio patruyan en la localidad cachemir de Jamnu.
El Ejército indio va a desplegar alrededor de 10.000 soldados adicionales en Cachemira para acabar con las semanas de protestas por los terrenos para un templo hindú que ha desencadenado los peores disturbios religiosos en dos décadas en esta región.

Los soldados serán desplegados en torno a la capital de invierno, Jammu, una región dominada por los hindúes pero mayoritariamente musulmana en la que miles de personas se han estado manifestando para reclamar la transferencia de unas 40 hectáreas de tierra para un templo hindú.

La disputa comenzó cuando el Gobierno cachemir prometió entregar terrenos boscosos a la fundación que gestiona Amarnath, un templo-cueva visitado por peregrinos hindúes, lo que provocó las iras de los musulmanes. El Gobierno decidió entonces dar marcha atrás en su decisión, enfureciendo a su vez a los hindúes.

'Este refuerzo de tropas se suma a los grandes contingentes de fuerzas paramilitares y policiales ya desplegadas para contener la inestabilidad', explicó a Reuters un alto oficial militar, que pidió no ser identificado.

Decenas de miles de personas han muerto en la disputada región del Himalaya desde que estalló una revuelta separatista musulmana contra la soberanía india en 1989, pero las últimas protestas en Jammu han puesto de manifiesto los problemas de la minoría hindú en el estado. La ciudad de Jammu ha estado bajo toque de queda la mayor parte de la semana, lo que ha generado carestía de alimentos y medicinas.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, mantuvo ayer una reunión de emergencia con los dirigentes políticos para intentar poner fin a la disputa. Aunque todos los partidos estuvieron de acuerdo en la necesidad de restaurar la paz en la región, las conversaciones no aportaron ningún resultado concreto.

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