El presidente galo, notablemente reforzado tras el triunfo de los socialistas el domingo en las urnas

Hollande prepara la primera remodelación de su Gobierno

Hollande, ayer durante el acto del 72 aniversario del discurso de De Gaulle contra la ocupación nazi. (Foto: IAN LANGSDON)
El Gobierno francés, respaldado por una amplia mayoría absoluta de los socialistas, prepara desde ayer una mínima remodelación para afrontar una apretada agenda marcada en las próximas semanas por la crisis europea y los ajustes.
El primer paso, una mera formalidad, fue la dimisión del Ejecutivo ayer ante el presidente de la República, el socialista Françóis Hollande, que volvió a encargar al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, la formación de un nuevo Gobierno que debería presentarse el jueves.

Los analistas coinciden en que apenas habrá cambios -se ha hablado de la incorporación de un nuevo titular del Comercio Exterior-, entre otras cosas porque todos los miembros del Ejecutivo que concurrían a las elecciones del domingo salieron victoriosos, con lo que ninguno tendrá que aplicarse la regla que había fijado Ayrault de renunciar al cargo.


CONTROL LEGISLATIVO

Los socialistas con sus aliados directos lograron 314 de los 577 diputados, de forma que no serán imprescindibles para adoptar sus textos ni los 17 de los ecologistas (que por su parte ya tienen a una de sus dirigentes, Cécile Duflot, en el Ejecutivo), ni los 10 del Frente de Izquierdas (con los comunistas).

Eso significa que tendrán margen parlamentario para aplicar medidas impopulares forzadas por la situación de crisis, como ya lo dio a entender el ministro del Interior, Manuel Valls, que reconoció que 'el rigor es necesario', pero que se aplicará con justicia.

Los socialistas también ganaron en la segunda vuelta de las legislativas entre los franceses residentes en España y su candidato, Arnaud Leroy, obtuvo el único escaño que otorgaba la circunscripción.

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